En las últimas jornadas siempre son los equipos más pequeños los que quieren sorprender. Sobre todo los que se juegan la permanencia en Primera División. El Real Madrid muy bien lo sabe. Con la segunda unidad, el equipo entrenado por Carlo Ancelotti firmó un frío empate que pudo acabar con derrota si no hubiese sido por un Andriy Lunin, quien en su segunda titularidad en LaLiga, se vistió de Thibaut Courtois para detener un penalti y evitar el peligro en varias ocasiones para los suyos. 

La Casa Blanca firmó un partido serio, con bajas pronunciadas, pero con intención de ganar la partida, aunque fue insuficiente ante un Cádiz que peleó hasta el final para acercarse a la permanencia una temporada más. El Madrid, en cualquier caso, no podrá cumplir su objetivo de alcanzar los 90 puntos en esta temporada y tendrá que conformarse con, máximo, 88 unidades en caso de ganar al Betis el próximo fin de semana. 

El enfrentamiento sirvió para que Lunin se vistiera como la gran figura de un partido en el que entre Rodrygo y Mariano Díaz abrieron el marcador a los cinco minutos. El brasileño, que parece estar tocado por una varita mágica en este final de temporada, se inventó una jugada descomunal para irse de todos sus rivales, corriendo como una bestia y plantarse ante Ledesma. Cedió el balón a Mariano, quien solo tuvo que empujar la bola para marcar el 0-1 a los cinco minutos. 

Penal, ¿evitable?

El Cádiz reaccionó y dejó la sensación de que pudo llevarse la victoria, pero Lunin les dejó con las ganas. Consiguieron empatar el marcador antes de los 40 minutos tras un mal despeje de Militão que dejó a Sobrino ante Vallejo. El cadista amenazó, envió el chut y el balón rozó la espalda del central portugués para colarse en la portería. Pudieron anotar el 2-1 a la hora de partido, pero apareció el ucraniano.

Militão, totalmente impreciso, saltó mal y dejó el balón y metros suficientes para que Lucas cediera a Negredo y se fuera en carrera al área madridista, donde le arrolló Lunin cometiendo penal. Se redimió de su error y detuvo el lanzamiento del atacante de 36 años, para decir "presente" y ganarse todos los elogios del partido.