Si ya se había marchitado la flor de Zinedine Zidane en el partido del pasado domingo ante el Sevilla, esta ya se ha desintegrado tras la primera derrota del curso en el Santiago Bernabéu del Real Madrid. Los blancos cayeron ante un Celta de Vigo que fue mejor que ellos durante los 90 minutos de juego y le sacaron los colores en el primer envite de estos cuartos de final de Copa.

Lo hicieron después de otro partido en el que Cristiano Ronaldo volvió a ser un auténtico fantasma, desaparecido en combate como desde hace un año. Si el de Madeira fue otra vez de madera, tampoco fueron mejores sus compañeros que acabaron la primera mitad empatando a cero pero tras varios avisos de Iago Aspas. 

Fue precisamente el atacante y capitán del conjunto gallego el que ponía a los suyos por delante. El fino atacante aprovechaba un mal rechace de Marcelo dentro del área para remachar al fondo de las mallas. Una hora de partido y se hacía justicia en el marcador dado que los vigueses habían sido mucho más intentos que su rival, desconectándolo en todos los sentidos.

El Celta asalta el coliseo blanco

Dos minutos tardó el mismo Marcelo en aprovecharse también de una jugada de fortuna para con su chut, que tocó en Roncaglia, poner las tablas en el luminoso. El Bernabéu lo celebraba pero no podía imaginarse lo que vendría después. Y lo que vino fue una contra rapidísima lanzada por Iago Aspas que se la cedió a su compañero Jonny para anotar a placer ante el cancerbero madridista. Tragedia total para el Madrid que tras 40 partidos imbatidos ya lleva dos derrotas y se complica su participación en las semifinales de la competición copera.