Rodrygo Goes ha firmado un registro insólito en la historia del Real Madrid. El brasileño, lejos de su mejor versión, acumula 31 partidos consecutivos sin marcar, convirtiéndose en el delantero con la peor racha goleadora del club blanco desde su fundación en 1902. El dato, tras el duelo en San Mamés ante el Athletic Club, supone un golpe durísimo para un futbolista que llegó a ser determinante en noches europeas.

El contraste entre el Rodrygo explosivo, decisivo en la inolvidable remontada ante el Manchester City en 2022, y el actual es enorme. Entonces era uno de los grandes revulsivos de Carlo Ancelotti; ahora vive un 2025 que se ha convertido en un año para olvidar, marcado por la falta de confianza, la ausencia de acierto y una caída de rendimiento que preocupa en el entorno madridista.

Rodrygo firma la peor racha en 123 años de historia del Real Madrid

Un 2025 sin gol: el peor registro para un delantero blanco. La cifra es tan contundente como reveladora: desde que marcara su último tanto el 4 de marzo ante el Atlético de Madrid en los octavos de la Champions League, Rodrygo no ha vuelto a ver portería. Su último gol en Liga aún queda más lejos: 19 de enero, en el Bernabéu frente a Las Palmas.

Desde entonces, el brasileño ha superado todos los límites negativos posibles. El récord previo pertenecía a Mariano Díaz, con 30 partidos sin marcar. Sin embargo, el exdelantero madridista acumuló 986 minutos sin ver puerta. Rodrygo ya suma 1.351 minutos de sequía, lo que agrava aún más el registro.

Nunca antes un delantero del Real Madrid había atravesado una racha tan prolongada sin marcar. Y la realidad es que la situación no solo afecta a su estadística, sino al funcionamiento ofensivo del equipo, cada vez más dependiente de otras piezas para generar peligro.

Por qué Rodrygo ha perdido su impacto: claves de un bajón histórico

La situación de Rodrygo no se explica por un único factor. Según analistas y fuentes internas, se combinan varios elementos:

  • Desconexión con el sistema ofensivo: las nuevas dinámicas del equipo no parecen favorecer sus diagonales y llegada al área.
  • Pérdida de confianza: la falta de gol prolongada ha generado dudas visibles en sus decisiones.
  • Competencia interna: la irrupción de nuevos perfiles ofensivos ha reducido su margen de error.
  • Ritmo irregular: lesiones menores y rotaciones han afectado su continuidad.

Con este cóctel, Rodrygo se ha ido alejando progresivamente del nivel que lo llevó a consolidarse como una de las grandes esperanzas del club.

El espejo de Mariano y el peso histórico del récord

En la lista negra de rachas negativas, Rodrygo ya ocupa el primer lugar. Supera a nombres como Mariano, Jesé o Soldado, pero la comparación con el exdelantero hispano-dominicano es la más directa por número de partidos y minutos.

La diferencia es clara: Mariano no formaba parte de la columna vertebral del ataque en el Real Madrid. Rodrygo sí. Y ese contraste es lo que convierte este registro en un problema deportivo relevante para la plantilla blanca.

En su caso, la racha llega en un momento clave de la temporada, con el equipo disputando Champions y jugándose posiciones en Liga. Cada encuentro sin gol aumenta la presión mediática y el debate sobre su rol real en la plantilla.

El Real Madrid, pendiente de la reacción de Rodrygo

En Valdebebas mantienen la esperanza de recuperar su mejor versión. Rodrygo ha demostrado capacidad para superar momentos complejos, pero nunca había lidiado con un periodo tan largo sin marcar. La prioridad del cuerpo técnico es devolverle confianza en zonas donde siempre fue más peligroso: la frontal del área, las diagonales desde la derecha y las llegadas al segundo palo.

El brasileño, por su parte, continúa trabajando para revertir esta estadística devastadora. El club no valora su salida y sigue confiando en él a medio plazo, pero existe preocupación por su evolución inmediata.

Con el calendario apretándose y la necesidad de gol aumentando, el brasileño se enfrenta a un reto enorme: reinventarse y demostrar que este récord devastador será solo un paréntesis, no una etiqueta que lo acompañe en la historia del club blanco.