Este martes, se hacía oficial una noticia que tarde o temprano tenía que suceder: el Manchester United decidió cesar a José Mourinho por sus malos resultados al frente del equipo de Old Trafford. Si bien es cierto que llegó a ganar la Community Shield y la Football League Cup en su etapa como 'red devil', su papel en la Premier League y en la Champions ha sido decepcionante.

En estos momentos, el Manchester United se encuentra a 19 puntos del Liverpool, líder de la liga inglesa, motivo por el que el club ha decidido despedirle de forma fulminante. Todo ello ha desencadenado en que los rumores que sitúan a Mourinho en la órbita del Real Madrid vuelvan a ganar fuerza de cara a la próxima temporada.

Durante la presente semana, incluso se ha llegado a decir que Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, y el técnico luso ya estaban negociando su regreso. Sobre esta misma cuestión fue preguntado por los medios de comunicación Sergio Ramos, capitán del conjunto madridista, que pareció estar un poco harto de dichos rumores.

Sergio Ramos no se mojó demasiado sobre la posible vuelta del técnico, pero fue contundente en una respuesta que parecía ser una pulla. "Yo no soy nadie para decidir quién es el entrenador del Real Madrid", dijo, añadiendo que "llevamos cinco años sin Mourinho y seguimos hablando de Mourinho. Tenemos la posibilidad de ganar un título y estamos hablando de Mourinho. El capitán no decide los entrenadores".

De este modo, Sergio Ramos consiguió esquivar la polémica al mismo tiempo que evitaba mojarse sobre el tema. Si bien es cierto que el Real Madrid volvió a ser competitivo con la llegada del portugués, también lo es que dejó grietas importantes en el vestuario blanco, algo que los jugadores tampoco olvidan.

Sobre el 'caso Isco'

Sergio Ramos también comentó la falta de protagonismo que está sufriendo Isco con Solari: "Los números de Isco están ahí y sigue siendo uno más. Lo bueno es la competencia. Hay jugadores como Ceballos que la temporada anterior no jugaba y ahora sí lo hace. Isco ha dado mucho y a un grandísimo nivel. Todos vivimos momentos buenos y malos. Cuando no juegas es muy complicado sonreír".