Continúa la buena suerte de Zinedine Zidane en el Real Madrid. Sin realizar un partido brillante y con una remontada épica muy del estilo merengue durante los últimos años, los blancos consiguieron alzar este martes por la noche el primer título de la temporada en Trondheim (Noruega), doblegando al Sevilla en la Supercopa de Europa por un ajustado 3-2.

"Zizou" contaba para el encuentro con ausencias tan destacadas como las de Cristiano Ronaldo, Gareth Bale, Modric, Pepe o Kroos, pero a pesar de ello, y de dejar una vez más a James Rodríguez en el banquillo, propuso una alineación suficiente para acabar superando al cuadro de Jorge Sampaoli, que fue mejor durante varias fases del partido pero demasiado débil atrás.

Marco Asensio estrenó el marcador con un golazo en el primer cuarto de hora de encuentro, pero antes de que terminara la primera mitad un gol de Franco Vázquez igualó la contienda. En el segundo acto, un penalti claro sobre Konoplyanka fue transformado por el mismo jugador ucraniano para sellar el 1-2, y cuando los aficionados del Sevilla ya celebraban el título, llegó el gol de Sergio Ramos en el minuto 90.

El central madridista, otra vez de cabeza y también en una final internacional, volvió a elevarse por encima de sus defensores para colocar el empate en el marcador y provocar una prórroga de la que el Real Madrid saldría vencedor, en esta ocasión gracias a un buen gol de Dani Carvajal tras una incorporación al ataque.

El carrilero diestro del Madrid se marchó con potencia, regateó a dos jugadores del Sevilla y logró batir a Rico, en un gol que seguramente no olvidará nunca, y que le valió para ser felicitado por todos los miembros de la plantilla blanca. El Sevilla ya ha perdido su primera Supercopa, y en unos días podría perder otra, la de España, contra el FC Barcelona.