Riqui Puig llega a los 60 entrenamientos con el Barcelona y está cada vez más integrado

Si hay un canterano en el Barcelona que genera ilusión en el club y en la afición ese es Riqui Puig. El centrocampista es seguramente la gran perla de la cantera azulgrana y tiene un futuro tremendo por delante. De momento, juega cada fin de semana con el Barça B, pero desde hace ya bastante es un habitual en los entrenamientos de Ernesto Valverde.

El club ha decidido que la mejor manera de que Puig coja ritmo y experiencia es entrenar con los mayores cada semana y adaptarse a la exigencia que supondría la Primera División de esta manera. El mediocentro, tal y como apunta Mundo Deportivo, ha llegado ya a los 60 entrenos con el Barcelona, una cifra que debe ilusionar a los aficionados.

Riqui Puig está viviendo de primera mano cómo se las gasta Leo Messi, el hambre de Luis Suárez, la jerarquía en defensa de Gerard Piqué o el regate y la velocidad de Ousmane Dembélé. Con tanto fuera de serie a su alrededor, lo normal es que el canterano madure y crezca mucho más rápido que si estuviera entrenando solo con el filial.

Ahora mismo, las puertas del primer equipo están completamente cerradas para él, pero dentro de un par de temporadas podría ser su momento. Busquets va a necesitar cada vez más descanso e Ivan Rakitic ya tiene 32 años. Dentro de dos cursos, Puig tendrá mucha más experiencia que ahora, sabrá lo que es jugar cada día con los futbolistas del primer equipo y deberá demostrar todo lo que lleva dentro.

Riqui Puig debe tomar ejemplo de Aleñá

Si hay un futbolista que ha sabido esperar y aprovechar su momento en la cantera es Carles Aleñá. El de Mataró estuvo en una situación muy parecida a la de Puig. Era la perla de la cantera blaugrana y el Barça B se le empezaba a quedar pequeño. Llamaba a las puertas de la primera plantilla, pero no tenía apenas oportunidades. Pero tuvo paciencia, siguió jugando con el filial y finalmente Valverde decidió recurrir a él.

Esta temporada ya es a todos los efectos uno más en el primer equipo y ha tenido minutos muy importantes este curso. Está demostrando que tiene nivel para jugar en el Barça y lo mejor es que solo puede ir a más. Su zurda, su desparpajo y su magia podrían llegar a marcar la diferencia en el futuro. Riqui Puig debe tener esa paciencia, esperar su oportunidad en el filial y aprovecharla cuando Valverde o cualquier otro entrenador acabe tirando de él.