El primer año de Ousmane Dembélé en el FC Barcelona ha tenido más sombras que luces, pero ha acabado con la recuperación del galo y la sensación de que el tiempo puede ser su mejor aliado. Los chispazos de calidad que han hecho las delicias del Camp Nou se están repitiendo con la selección francesa, y es que el delantero ya empieza a calientar motores para el Mundial.

En el Allianz Riviera de Niza, los pupilos de Didier Deschamps se han probado contra un adversario de muchos quilates, una Italia que bajo la dirección de Roberto Mancini intenta recuperar las alegrías del pasado. El de Vernon y Samuel Umtiti han sido los azulgrana titulares, en el caso del 'mosquito' acompañando a Antoine Griezmann y Kylian Mbappé.

La velocidad de los tres puntas 'bleus' ha causado problemas a la zaga 'azzurri', con demasiadas dificultades para frenar el descaro y la verticalidad de las flechas que presentaba el conjunto local. Al ex del Borussia Dortmund le ha costado conectarse en la primera mitad, pero tras llegar con ventaja al descanso, en la reanudación se ha roto por completo su timidez.

Larguero y gol de Dembélé con Francia

Como ya hiciera en el Camp Nou contra el Villarreal, Dembélé ha dado un recital de revoluciones y manejo de sus pies en varias jugadas de vértigo en el segundo tiempo. Ha empezado muy pronto a carburar con más espacios y el apoyo de sus compañeros, pero en dos jugadas se ha colado entre los mejores jugadores del enfrentamiento.

La primera que ha quedado para el recuerdo la ha puesto un pase de Hugo Lloris desde su propia área. Ousmane ha arrancado desde su campo, y tras una impresionante cabalgada por la banda izquierda ha realizado un recorte con su zurda para reventarla con la diestra al larguero. El balón ha superado a Salvatore Sirigu, pero la madera ha frenado un gol de bandera.

Este, igualmente, ha llegado poco después, tras una acción conducida por Kylian Mbappé que ha recogido el del Barça. Sin pensarselo dos veces, ha golpeado el esférico con la derecha para combarlo y colocarlo en las redes, con una diana de bandera que le ha servido para recuperar esa sonrisa que tanto esconde. Este es el verdadero Ousmane Dembélé.