Colombia ha entrado con fuerza en el Mundial gracias a un triunfo convincente ante Grecia, el rival más fuerte sobre el papel que le había tocado en el grupo C. Cuadrado, el lateral que pretende el Barça, ha jugado en posiciones avanzadas y ha asistido a Armero en el primer gol

El conjunto cafetero ha obsequiado a su afición, que prácticamente ha llenado el estadio Mineirao, con un juego alegre y ofensivo. Aún así, como si echara de menos al lesionado Falcao, no ha sido capaz de definir tantas llegadas como ha protagonizado. Parte del mérito de esto, también hay que concedérselo a la defensa griega, su línea más fuerte. Guillermo Cuadrado, el teórico lateral que pretende el Barça, ha jugado en posiciones avanzadas y, de hecho, ha asistido a Armero en el primer gol (minuto 5) tras una jugada de extremo perfecta.

El ataque griego se ha resumido en una batalla de Samaras contra el mundo, siempre sin éxito. Ha pedido tanta atención, el ariete del Celtic, que, al final, las dos únicas ocasiones claras de Grecia las han tenido sus compañeros: un disparo largo y seco de Salpingidis que ha obligado a Ospina a lucirse y un remate al palo de Gekas. Colombia ha seguido atacando y, entre error y error, ha acabado acertando una en el minuto 57 gracias a Teófilo Gutiérrez que, pese a no ser un delantero centro puro, ha demostrado el oportunismo necesario al borde del área pequeña. El 3 a 0 fue obra de James Rodríguez, ya en el tiempo añadido.

La victoria deja al equipo amarillo como líder provisional del grupo C y desata una euforia retenida durante dieciséis años: no se había clasificado para las últimas tres Copas del Mundo.