Quedan dos días para el estreno de España en el Mundial, y la selección afronta un terremoto de dimensiones mayúsculas. Horas después de anunciarse el fichaje de Julen Lopetegui por el Real Madrid, Luis Rubiales, presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) ha anunciado su destitución como seleccionador. El lío está servido.

Aunque la rueda de prensa estaba programada para las 10:30 horas de la mañana del miércoles, el dirigente ha comparecido cerca de las 12 en punto, con dos asistentes y sin el entrenador, algo que finalmente ha sido significativo. Los minutos previos había dado paso a innumerables rumores, apuntando primero a su marcha y después a que los jugadores habían conseguido salvarle.

No ha ido así, porque el mandatario lo ha dejado claro: "Agradecemos a Julen todo lo que ha hecho porque él es uno de los grandes responsables de que estemos en Rusia, pero nos vemos obligados a destituirle. Tiene que haber un mensaje claro para todos los trabajadores de la Federación Española de que hay unas formas de actuar que hay que cumplir".

Rubiales ha especificado en varias intervenciones que respeta muchísimo al de Asteasu y que no tiene nada contra el Real Madrid, pero sin buscar culpables ha resaltado que no puede ser que la Federación se enterara del asunto cinco minutos antes el comunicado oficial de los blancos. El canario ha recordado que a pesar de que es un hecho completamente lícito, hay unos valores a respetar, y el organismo quiere dejar claro cuál debe ser el camino a seguir por todos sus trabajadores.

Rubiales pide unidad y no nombra sustitutos

Pese a que ha recalcado que no entraría en detalles, el presidente ha abordado preguntas como las sensaciones de los futbolistas, descartando un posible 'motín' que se ha comentado a lo largo de la mañana: "Estamos todos muy dolidos ante esta situación, yo les he dado mis explicaciones a los jugadores y lo han entendido. Lo que me han transmitido es su compromiso máximo, y no tengo ninguna duda de que van a darlo todo pase lo que pase".

Respecto a posibles sustitutos, tampoco ha querido dar nombres, a pesar de que sobre la mesa se han puesto los de Albert Celades, Fernando Hierro o Quique Setién. "No sabemos nada todavía. Lo único que puedo decir es que vamos a intentar mover las cosas lo menos posible. En cuanto sepamos algo os lo comunicaremos", ha especificado.

Antes de despedirse, ha dejado un mensaje claro, apuntando que no hay ni ridículos, ni rencores, sólo un trago difícil de pasar. "Os pido a todos que nos apoyéis porque estamos hablando de la selección española del fútbol y necesitamos estar todos juntos", ha reclamado, antes de abandonar la sala de prensa con numerosos deberes pendientes.