Estas imágenes que van a ver a continuación son las que dignifican este deporte denominado fútbol. Lejos de piques, de odios o de cualquier acción desleal que se ha instalado en los últimos años entre las aficiones y deportistas de este deporte, se echa mucho en falta algo como lo que ha demostrado este niño.

Simplemente, y como puede comprobarse, un aficionado francés rompe a llorar tras concluir la final de la Eurocopa en la que su país perdió en la prórroga 1-0 frente a Portugal. La imagen desoladora que no pasa desapercibida para un niño que pasaba por allí.

El joven, en lugar de irse sin decirle ni hacer nada como el resto de personas que pasaban por allí, prefiere acercarse y consolar al aficionado galo. Le va a dar la mano, le dice palabras cariñosas y finalmente acaban fundidos en un abrazo que ha dado la vuelta al mundo.

Eso es el fútbol, señores. Eso y sólo eso. Déjense de insultos, descalificaciones y falsas polémicas porque un jugador sea o no más bueno que otro. Un niño ha demostrado los valores de un deporte que algunos aficionados, deportistas y medios de comunicación llevan muchos años ensuciando.