El FC Barcelona salió como una exhalación en la primera parte contra el Sevilla, yendo de más a menos en una primera parte en la que tuvo la oportunidad de avanzarse en el marcador, si no hubiera sido por una gran intervención de Sergio Rico para ejercer de salvador sevillista.

Y es que, en el minuto 4 de partido, Sergio Busquets, gracias a su visión periscópica, dotó a Luis Suárez de un brillante balón filtrado entre la defensa rival. El delantero charrúa lo controló a la perfección, orientándolo con una media ruleta hacia la portería de Sergio Rico y quedándose prácticamente solo delante de la portería del Sevilla FC.

El "9" del Barça apostó por definir con el exterior de la pierna derecha, colocando muy bien un disparo que se marchaba al fondo de la portería. Sergio Rico, sin embargo, estuvo muy atento a la hora de tirarse al suelo y desviar el disparo, manteniendo la portería a cero.

Fue esa la ocasión más peligrosa del FC Barcelona en la primera mitad, dado que poco a poco la concentración y el buen juego del Barça fue mermando con el paso de los minutos, debido también a una intensidad progresiva del Sevilla para ahogar la salida de balón de los de Luis Enrique desde atrás. Podría decirse también que las lesiones de Mathieu, y sobre todo de Andrés Iniesta, tuvieron una repercusión negativa en el juego combinativo del Barça, pese a la entrada de un auténtico pelotero como Denis Suárez.