Durante la madrugada del pasado miércoles, los jugadores del FC Barcelona sufrieron de fuertes sonidos generados por unos petardos lanzados por varios aficionados del Paris Saint-Germain a las afueras del hotel en el que descansaban la noche previa de enfrentar al conjunto galo. La afición parisina intentó despertar e interrumpir el sueño de los futbolistas de la entidad azulgrana antes del encuentro de ida de los cuartos de final de la UEFA Champions League. 

Aquel hecho, que transcurrió sin males mayores, y que además no fue la primera vez ocurre en París, ha traído consecuencias directas menos de una semana después. Y es que tras aquella interrupción, los aficionados del Barça han decidido replicar la estrategia y en la madrugada de este martes algunos seguidores culés se acercaron al Hotel W, lugar de concentración de los franceses, y lanzaron petardos y fuegos artificiales para intentar dificultar el descanso de los jugadores del PSG.

La policía no pudo impedir la estrategia de los aficionados del Barça

A pesar que los Mossos d'Esquadra se habían encargado de custodiar el hotel desde la llegada de la expedición del PSG a Barcelona, con Dembélé como protagonista al recibir algunos insultos por su salida del club azulgrana el verano pasado, el dispositivo policial no pudo hacer nada para evitar el lanzamiento de fuegos artificiales. Así, los aficionados del Barça intentaron dejarle claro a los galos que les esperará una visita complicada este martes.

En este punto, los culés saben que hacer cualquier intento de crear ventaja para sus jugadores puede ser vital, recordando que el conjunto catalán tiene ventaja tras el 2-3 del primer partido, a pesar de la ausencia del gol de visitante ahora en este tipo de eliminatorias. Los culés esperan alcanzar las semifinales en la Champions después de cinco años, por lo que devolver el 'golpe' al PSG deja claro la importancia de este duelo de vuelta en la Ciudad Condal.