El Real Madrid consiguió hacerse con la décimo tercera Champions League de su historia, la tercera consecutiva, tras derrotar al Liverpool por 3-1 en el que el equipo blanco volvió a hacer gala de su inagotable fuente de fortuna. Tras la lesión de Mohamed Salah, estrella del equipo, vinieron los errores de Loris Karius, portero 'red'.
Desde luego que la noche de este 26 de mayo no fue la mejor noche del cancerbero alemán del Liverpool. Después de haberle regalado un gol a Karim Benzema en el inicio del segundo tiempo, no fue capaz de detener un disparo lejano de Gareth Bale que iba muy centrado y que no encerraba aparentes dificultades.
El Real Madrid parecía tener la consigna clara: había que apretar a un Loris Karius que, si ya en Premier League dejaba dudas acerca de su dificultad para atajar balones, los nervios de su primera final de Champions League acabarían con él de forma definitiva. El disparo lejano de Bale supuso la sentencia defnitiva de un partido que pareció terminar con la lesión de Salah.
De esta forma, Gareth Bale, que había sido suplente en la final de la Champions League, se reivindicó con dos golazos que salvaron la temporada de un Real Madrid que se lo jugaba todo a una carta en el partido ante el Liverpool. Los 'reds' lo intentaron, pero no fueron capaces de superar a los blancos, que estuvieron más afortunados.
Bale no dejó claro su futuro tras el partido
No hay lugar a dudas que Gareth Bale hizo el partido de su vida y se revalorizó de cara a una posible venta del Real Madrid o, en cualquier caso, dio un paso al frente de cara a volver a recuperar la confianza de Zinedine Zidane para que el técnico francés le vuelva a incluir de forma recurrente en sus alineaciones.
Después de terminar el partido, el galés habló sobre su futuro en unas declaraciones a BT Sport. "Necesito jugar una semana sí y otra también y eso no ha pasado, por unas cosas u otras. Estuve cinco o seis semanas lesionado al principio y ahora estoy bien. Me tengo que sentar este verano a pensar con mi agente a ver mi futuro", sentenció el galés.