La final de la Champions 2018-19 se disputará en el Wanda Metropolitano, pero en ella ya no estará el Atlético de Madrid. Pese a que los 'colchoneros' pusieron muy de cara su eliminatoria de octavos con un 2-0 en el partido de ida, la Juventus la levantó en la vuelta con un 3-0 en Turín, castigando a un adversario ramplón con un 'hat-trick' del siempre hambriento Cristiano Ronaldo.

En el Juventus Stadium hubo un equipo que quiso ganar y otro que salió a verlas venir, y eso se acabó trasladando al marcador. Los italianos no cuajaron el encuentro perfecto, pero su actuación fue de notable y se mezcló con un suspenso total de los madrileños, que carecieron de personalidad, intensidad e intención y apenas se acercaron a la portería de Wojciech Szczesny. Así era demasiado complicado pasar.

Los rojiblancos tuvieron el susto en el cuerpo desde el primer minuto, ya que Diego Godín tuvo que sacar un balón bajo palos y el VAR invalidó un gol de Giorgio Chiellini porque Cristiano hizo falta a Jan Oblak. No se cansaba la 'vecchia signora' de buscar vías de agua en la defensa de un conjunto que resistía gracias al esfuerzo de sus centrales, y que en cuanto pudo asomarse al área encajó el primer tanto del encuentro.

Si los centrocampistas atléticos apenas aguantaban el balón y Santiago Arias se ahogaba con la presión de los 'bianconeri', casi más retratado quedó Juanfran, que dio todas las facilidades del mundo en un centro pasado que remató Cristiano. El lateral ni siquiera saltó para despejar y el luso se lo hizo pagar, porque se tiró con todo para conectar un cabezazo que acabó besando las redes.

Con Federico Bernardeschi desatado, la Juve continuaba mandando, aunque a las tres ocasiones claras del futbolista de Carrara contestó el Atlético con la que al final fue su única oportunidad con peligro del partido. Álvaro Morata estaba desconectado por el buen hacer de los locales y la pasividad de los suyos, aunque rondó el gol con un testarazo que salió algo forzado.

El Atlético no inquieta a una Juve que remata la faena

Si la mejor conclusión al descanso era que los rojiblancos estaban todavía clasificados, eso cambió en la reanudación, de nuevo gracias a Cristiano. Otro salto del portugués y otra vez Godín y José Giménez despistados, lo que dejó a Jan Oblak vendido ante el cabezazo y, aunque logró despejar el cuero, el balón había rebasado la línea cuando lo palmeó para despejar.

Con el cruce igualado, empezó una partida de ajedrez entre el Cholo Simeone y Massimiliano Allegri, en la que finalmente iban a 'pescar' los de casa. Con menos ocasiones y más tensión competitiva de los italianos, Moise Kean perdonó la goleada, que iba a llegar desde el punto favorito del '7'. Bernardeschi arrancó desde el centro del campo y nadie acertó a taparle, lo que provocó que se colara en el área donde Ángel Correa le derribó. Cristiano marcó, enloqueció y la Juve está en cuartos, porque este Atlético, por momentos, pareció no querer la Champions.