La impunidad arbitral está a la orden del día, y parece que con Sergio Ramos dicha cuestión adquiere tintes exagerados en Champions League. Así sucedió este miércoles durante el Tottenham-Real Madrid (3-1) disputado en Wembley, un partido que los de Zidane perdieron de manera bochornosa y en el que mostraron además una triste imagen competitiva.

Algunos de sus jugadores, como el capitán Sergio Ramos, todavía vieron más enturbiada su imagen con alguna que otra acción antideportiva. En la segunda mitad, sin ir más lejos, Sergio Ramos disputó un balón con uno de los jugadores del Tottenham, Mousa Dembélé, y le dio hasta tres golpes con el brazo en apenas unos segundos.

Ni el árbitro Cüneyt Çakir ni los jueces de línea vieron nada, y encima el jugador más perjudicado fue un Dembélé que se encaró directamente con Ramos al notar las tres agresiones continuadas del sevillano, pidiendo explicaciones a un Ramos que puso cara de no haber hecho nada.

La imagen de Sergio Ramos, por los suelos

Pero las imágenes están ahí, y muestran cómo Ramos agrede deliberadamente hasta en tres ocasiones a Dembélé, sin que el árbitro pite nada y sin ser castigado con una cartulina que debería haber sido roja. El central del Real Madrid, además, podría haber sido sancionado varios partidos en el caso de que el colegiado hubiese visto lo que captaron las cámaras de retransmisión.

Está completamente descartado, sin embargo, que el Comité de Árbitros de la UEFA pueda entrar de oficio a valorar dicha acción, por lo que Sergio Ramos se irá de rositas una vez más, como suele suceder también en LaLiga Santander. Eso sí, lo que es intachable es que su imagen deportiva ha vuelto a quedar muy perjudicada. Nada escapa a las redes sociales...