En fase de grupos de la presente edición de Champions League la UEFA decidió abrir un expediente tras lo sucedido entre el Paris Saint-Germain y el Basaksehir, cuando uno de los árbitros del cotejo se refirió a Pierre Webó, integrante del staff técnico del cuadro turco, usando la palabra “negro”, lo que hizo estallar al ex jugador y el partido se suspendió.

Amparados en el artículo 31 apartado 4 del Reglamento Disciplinario de la UEFA, se procedió a designar una investigación a través de un Inspector de Ética y Disciplina. El expediente se abrió en diciembre del pasado 2020.

Llegado el presente mes de febrero, se conoció el avance de aquella investigación con la preliminar de que el encargado de la UEFA no considera que haya un acto de racismo por parte de Sebastian Colţescu, implicado en la acción cuando estuvo como cuarto árbitro del duelo entre franceses y turcos.

Ante esta información, falta esperar que se reúnan los abogados del árbitro y la UEFA, para tomar una decisión final desde el Comité de Disciplina, que podría ser la misma que se adelanta ahora o incluso, cambiarla, todo depende de la conversación presente en las próximas semanas.

Firmaron la paz

Con todo el asunto en medio de mucho revuelo, Demba Ba y Colţescu tuvieron un encuentro en el que firmaron la paz y aclararon cada detalle pendiente. Ousmane N´Doye fue el encargado de reunirlos, ya que el ex futbolista es amigo de ambos y apostó por dejar las cosas claras y resolverlo de la mejor manera.

Enmanuel Rosu, periodista rumano, informó sobre esta noble y respetable acción, asegurando que en aquel encuentro se dejó en claro que Demba Ba “no señaló racismo, solo puntualizó que la palabra usada era un poco fuera de lugar”. Colţescu por su parte, no tenía intenciones de señalar de forma racista a nadie, simplemente intentó identificar rápidamente a la persona de la que hablaba.