Varios equipos le ven como un fichaje estrella para el verano 2019, pero Ivan Rakitic sólo piensa en triunfar en el FC Barcelona. Después de unos meses complicados y muy exigentes en la Ciudad Condal, el croata vuelve a ser uno de los jugadores más en forma del conjunto catalán, y se ha confesado en una entrevista concedida a la revista 'GQ' sobre varios temas de actualidad.

Al de Möhlin le ha tocado responder sobre el cruce europeo contra el Manchester United, y una de las preguntas ha hecho referencia a Ryan Giggs. Al ex del Sevilla, que recientemente cumplió 31 años, le han propuesto emular al galés, que jugó hasta los 40, y ha comentado que estaría encantado incluso de superar sus registros: "Ojalá pueda jugar hasta que tenga 41, en este momento me siento perfecto, me queda mucho fútbol".

"Llevo cuatro años y medio en el Barcelona, muy buenos. Soy parte del equipo más grande del mundo y eso me hace sentir muy orgulloso. Me gusta el fútbol. Mucho. Nunca me aburro. Hay mucha repetición en el fútbol, en el entrenamiento y en los viajes, pero todavía me encanta. Si ese amor se va, entonces será mejor parar y alejarse. Todavía me resulta increíble jugar al fútbol todos los días y cuando te gusta algo, tiendes a ser mejor en eso. Nunca describiría el fútbol como un trabajo porque no lo siento como un trabajo", ha valorado.

Otro de los nombres que se ha mencionado en la conversación ha sido el de José Mourinho, que recientemente alabó al crack azulgrana. El centrocampista no se ha cansado de agradecer al luso sus elogios, y le ha lanzado un 'guiño' deseando que vuelva pronto a los banquillos: "Cuando lo escuché, dije que ni siquiera mi padre diría eso. Es uno de los entrenadores más grandes del mundo y me dio mucha confianza y motivación. Quiero ver a Mourinho en el fútbol pronto".

"Intento tratar a todos por igual, desde el guardia de seguridad a Lionel Messi"

Entre las claves para ser una estrella querida por todos, Rakitic destaca su naturalidad, que no le ha hecho perder el carácter de "aquel chico que comenzó en Suiza". "Intento tratar a todos por igual, desde el guardia de seguridad a Lionel Messi. Tenemos la suerte de tener al jugador más grande del fútbol mundial aquí en nuestro club", ha aplaudido, antes de dirigirse a uno de los grandes deseos del rosarino -y de todo el club- para esta campaña, la Champions.

"En ninguno de los idiomas que conozco no hay palabras para describir ese momento. Es imposible. Tienes ganas de abrazar a todos los aficionados dentro del estadio. Y en un momento eso se va, así que te toca presionar para hacerlo nuevamente", ha revelado sobre la sensación que tuvo al marcar en la final de 2015, antes de recalcar que la 'orejona' está en el punto de mira: "No hemos podido lograrlo otra vez en la Champions, pero tengo mucha fe en estos jugadores para esta temporada".

Tras advertir que tiene mucho respeto al United porque es un gran adversario, el croata ha reflexionado sobre el choque de estilos que se vivirá en cuartos de final, y ha defendido que cada uno debe hacer lo necesario para llegar a las victorias: "Si tienes que jugar más al contraataque, haz lo que sea mejor. A muchos equipos les gustaría jugar como el Barcelona y tener la posesión del balón. Pero si tienes la posesión y finalmente pierdes, entonces no sirve para nada y no sería feliz".

"A todos los equipos les gustaría tener 20 jugadores que vienen de su propia ciudad, o aquí en Barcelona 20 jugadores de la Masia, pero eso es casi imposible. Tuvieron una gran generación con Piqué, Messi, Xavi, Iniesta, Valdés y Busquets, pero eso no sucede a menudo, así que para competir con los mejores se ficha", ha opinado también sobre el debate existente respecto al protagonismo de los jugadores criados en la cantera barcelonista.

Rakitic cumplió un sueño en el Mundial de Rusia

A lo largo de la entrevista, Rakitic ha correspondido a su fama de persona familiar, y más cuando ha hablado del Mundial, "un sueño que se hizo realidad, aunque suene a tópico". El ex sevillista ha explicado una anécdota sucedida en la tanda de penaltis que metió a Croacia en semifinales, justo cuando le tocó efectuar su lanzamiento: "Estaba pensando en mis hijos y mi esposa. La presión era tanta que no necesitaba agregarme presión a mí mismo. Pensé, '¿Qué están haciendo ahora?' Mis niños pequeños, de cinco y tres años de edad, no tienen presión, por lo que los imaginé y lo que estaban haciendo. Y los imaginé felices, lo que significaba que yo era feliz".