Después de varios meses de ausencia, esta semana vuelve la Champions, y el primer plato para el FC Barcelona es un PSV Eindhoven que parte como víctima y que quiere presentar batalla en el Camp Nou. Los catalanes son favoritos pero eso hay que demostrarlo sobre el terreno de juego, en el que deberán aplicarse para contener a un adversario que no anda escaso de calidad.

El conjunto que dirige Mark van Bommel está preparado para dominar la posesión, pero tiene armas para hacer daño sin el balón. Llevando la iniciativa se ha labrado un liderato sólido en la Eredivisie, logrando cinco victorias en cinco partidos y cargándose de confianza con un 0-7 frente al ADO Den Haag a escasos días de aterrizar en la Ciudad Condal.

Entendiendo que en casa deberían mandar los azulgrana, habrá que tener en cuenta la velocidad a la contra de los 'boeren', con una tripleta atacante que ya ha presumido de talento en las competiciones domésticas y también en las previas europeas, donde apearon con solvencia el BATE Borisov.

El más reconocido es Hirving Lozano, pero Steven Bergwijn y Luuk de Jong también merecen un sitio, porque su arranque de campaña no está siendo, para nada, malo. Los dos primeros serán un incordio para los defensores culés porque son rápidos e incisivos, mientras que el tercero fijará a los centrales y puede rematar de cara o dejar balones a sus compañeros, jugando de espaldas a portería.

De momento, en liga, sus estadísticas son suficiente advertencia, ya que el mexicano lleva cuatro goles y una asistencia, el holandés cuatro tantos más y el otro holandés, nacido en Suiza, alcanza tres dianas y otra asistencia. Es obvio que no serán las únicas preocupaciones para los hombres de Ernesto Valverde -ojo a un Gastón Pereiro con 4 goles y 2 asistencias-, pero como punta de lanza, su balance es bastante esperanzador.

El Barça confía en sus virtudes para la Champions

En el bando contrario, pese a todo, no tienen nada que temer, porque el Barça es uno de los mejores equipos del mundo y confía en potenciar sus virtudes y esconder sus defectos. El Camp Nou, además, es una garantía para los azulgrana, que quieren empezar pisando fuerte y aparcar las dudas que, pese a la victoria, dejó su visita a Anoeta. Arrancar la Champions con un triunfo es el mejor camino hacia el título, y, como ya ocurrió la última vez, llegan más que advertidos.