El actual máximo dirigente del Bayern Múnich, Karl-Heinz Rummenigge, protagonizó unas polémicas declaraciones concedidas a la cadena alemana "ZDF" en las que dejó patente su enfado por la actuación arbitral de Cüneyt Çakir durante el encuentro de este pasado martes, en la vuelta de semifinales de UEFA Champions League disputada contra el Atlético de Madrid en el Allianz Arena.

A su modo de entender, el colegiado influyó directamente en el hecho de que el Atlético acabara ganando la eliminatoria y accediendo a la final de la UEFA Champions League 2015-16, para desgracia de los bávaros y de Pep Guardiola. "Nos sentimos estafados. El árbitro había pasado por alto una supuesta posición de fuera de juego antes del gol de Antoine Griezmann. Y el penalti que le pita a Fernando Torres fue fuera del área".

Y es que, en realidad, al director general del club muniqués no le faltó razón en ninguna de las dos correcciones. El gol del Atlético de Madrid no debió subir al marcador, mientras que Fernando Torres dispuso de un penalti -que detuvo Manuel Neuer- que fue fuera del área y, por tanto, tampoco debió ser señalado.

En esta coyuntura, Rummenigge se mostró convencido de que el Bayern Múnich mereció pasar la eliminatoria, por juego y oportunidades de gol, aunque finalmente el juego defensivo del Atlético se acabó imponiendo. "Creo que nuestro equipo jugó bien y mereció ganar".

"También merecería llegar a Milán, el equipo se merece todo el respeto. El Atlético de Madrid se defendió bien, como esperábamos, la derrota es dolorosa, pero nuestro equipo no debe tener vergüenza que diste todo", concluyó Karl-Heinz Rummenigge en declaraciones a la prensa.