El Atlético de Madrid, a la final tras un duelo de infarto ante el Bayern (2-1)

El partido comenzó con el guión esperado, con un Bayern de Munich dominando desde el principio y el Atlético de Madrid haciendo lo que mejor se le da, defenderse. Los germanos, con unos porcentajes de posesión que rozaban el 80%, no conseguían, eso sí, hincarle el diente a los "colchoneros". Parecía que las cosas se les complicarían a los de Pep Guardiola que no tuvo las oportunidades más claras como se esperaba.

Pero a pesar de ello, Arturo Vidal probaba a Oblak en el minuto 16 con un fuerte chut desde fuera del área que el portero atlético atajaba sin problemas. Después era Gabi el que llevaba el peligro a la portería bávara con un contragolpe de libro que se fue rozando el palo izquierdo de Neuer. Tras esto, las mejores acciones llegarían para el Bayern antes del descanso.

Y en una de estas, tras una clara falta de Augusto en la frontal del área, sería Xabi Alonso el que pondría a los locales por delante. Fue tras chutar con potencia la falta que tocaba en el zaguero Giménez y descolocaba a Oblak. Ese gol dio alas a los locales que activaron el "modo rodillo". Tanto que el propio Giménez, a los tres minutos del gol, cometía un claro penalti sobre Javi Martínez con la correspondiente amonestación. Y en ese momento fue cuando Oblak se hizo más grande todavía que los 1,86 centímetros que mide indican y le paraba la pena máxima a Thomas Müller.

Posteriormente a eso, y ante el júbilo de los visitantes, Simeone paraba el juego con una trifulca con el banquillo alemán después de un codazo de Juanfran a Lewandowski. Perro viejo el argentino que desde ese momento el Bayern no volvería a inquietar la portería del Atlético. Así se fueron al descanso, con la superioridad alemana pero con esa sensación de que los atléticos tendrían una oportunidad.

Y esta llegó a los siete minutos de la reanudación. Un balón al medio que peleaba Fernando Torres y recuperaba para posteriormente filtrar un gran pase que dejaba al francés solo ante Neuer. Tras un gran esprín, el internacional galo no perdonaba y alojaba el esférico en la portería rival previo paso por debajo de las piernas del meta germano.

Antoine hacía posible lo imposible y permitía al Atlético de Madrid seguir soñando con una gesta increíble. Los rojiblancos, eso sí, tuvieron que sufrir mucho pues para poner más pimienta al asunto, llegaba Alaba por la banda izquierda para centrar al segundo palo donde aparecía el "rey" Arturo Vidal para asistir al Robert Lewandowski que remataba a placer. Faltaba un cuarto de hora para finalizar el encuentro y tocaba sufrir y mucho. Varias fueron las ocasiones de Ribery y Koman, que entraba por Douglas Costa, pero que ninguna de ellas acabaría de entrar. Fernando Torres aprovecharía para sacar petróleo de un pelotazo y provocar un penalti (que no era) y que, como tal, acabó fallando. Tras esto, pérdida de tiempo como es lógico por los visitantes y más corazón que cabeza por parte de los de Pep. Al final, los atléticos le pudieron devolver la final de 1974 después de 42 años. Increíble gesta para lso "colchoneros" que tendrán que rematarlo en la final de Milán.