El FC Barcelona se despidió de la UEFA Champions League con una dura goleada en casa ante el Paris Saint-Germain (1-4). La injusta expulsión de Ronald Araújo condicionó el partido desde la media hora de juego, pero a pesar de la inferioridad numérica los culés reaccionaron en el complemento y gozaron de oportunidades para intentar forzar la prórroga. Eso sí, con más orgullo que juego y conscientes de las posibilidades mínimas de resistir ante un PSG físicamente muy superior.

El Barça rozó el alargue con una reacción tardía en el último cuarto de hora

Tras el 1-3 convertido de penalti por Kylian Mbappé, los de Xavi Hernández crearon peligro en el área parisina con varias llegadas claras. El ingreso de Ferran Torres dio oxígeno a un centro del campo totalmente fusilado y tanto Raphinha como Robert Lewandowski tuvieron dos ocasiones clarísimas 73' y 78', la primera con un disparo desde la frontal del área del polaco que exigió a Donnarumma.

De hecho, Raphinha estuvo cerca de aprovechar el rebote para convertir, pero llegó un segundo tarde. Cinco minutos después, el '11' tuvo otra oportunidad inmejorable con un disparo cruzado de derecha que rozó el poste. Tras los ingresos de Fermín López y Joao Félix, los culés se volcaron a por el gol que igualara la eliminatoria, pero fue el PSG el que clavó la puntilla en el 89', de nuevo por intermedio de Mbappé.

Xavi reconoció el orgullo del Barça jugando con diez

Tras el partido, Xavi reconoció en 'Movistar' el esfuerzo de sus jugadores para intentar ir a por el gol que igualara la eliminatoria en la última media hora. "Las hemos tenido claras para meternos en la eliminatoria, pero con diez futbolistas es muy complicado. Es una pena que el trabajo de una temporada por una decisión se termine aquí", dijo el egarense haciendo referencia a la expulsión de Araújo.

Sin duda, la decisión del rumano Istvan Kovacs de expulsar al 'charrúa' cambió por completo un partido que los culés tenían controlado, más allá del control de balón parisino. Los de Luis Enrique no lograban traducir la posesión en llegadas claras, a diferencia de un Barça que convirtió en su primera ocasión clara por intermedio de Raphinha. Después, en el complemento, faltaron piernas y puntería para ir a por la heroica.