Si bien es cierto que las decisiones tomadas por el árbitro y por el VAR no variaron el resultado final de la eliminatoria, lo cierto es que una vez más el foco volvió a colocarse en los colegiados. Hubo varias acciones polémicas a lo largo del Barça-Napoli, y sorprendió que Cüneyt Çakir, el encargado de impartir orden y justicia, tan sólo fuese al monitor a revisar la más clara de todas: el penalti de Koulibaly a Leo Messi.

Advertido por los colegas del VAR al filo del descanso, el árbitro turco necesitó ver varias repeticiones para confirmar que, efectivamente, Koulibaly había chutado el tobillo del astro argentino cuando intentaba despejar el balón. Penalti claro, aunque se tardaron más minutos de la cuenta en señalarlo.

No había tardado tanto en invalidar Çakir, minutos antes, el segundo gol de Messi en el partido. El rosarino recibió un magnífico centro con el exterior de Frenkie de Jong, controló con el pecho y fulminó a Ospina. Era el momentáneo 3-0, pero tras ser avisado por sus compañeros del VAR, el colegiado decidió anularlo. No quiso revisar la acción en los monitores, cuando lo cierto es que fue más que dudosa. El gol fue anulado por un ligerísimo contacto de la mano de Messi con el balón, que apenas sirvió para desviar la trayectoria... Algo que sólo se vio en uno de los muchos ángulos de repetición de la jugada.

Çakir, en cualquier caso, se fió de lo que le dijeron desde la sala VOR y no revisó él mismo la jugada. Tampoco se lo pensó dos veces a la hora de señalar el 'penaltito' cometido por Rakitic sobre Mertens justo antes de terminar el primer tiempo. Hubo contacto entre la bota del croata y el pie del jugador napolitano, aunque sería difícil determinar si era suficiente para derribarle. Sea como sea, penalti teóricamente justo y 3-1 en el marcador al descanso.

Menos acciones controvertidas en el segundo tiempo

En la segunda mitad, mucha menos polémica. El VAR tan sólo intervino en ocasiones contadas para esclarecer algún que otro fuera de juego, como el de Arkadiusz Milik en el gol de cabeza que marcó nada más entrar al campo, cuando ya quedaban pocos minutos para el final del partido. Aquí, por suerte, el VAR no falló y anuló lo que habría sido el 3-2, una diana que habría metido de lleno a los italianos en la eliminatoria.

Más allá de esa jugada aislada, relativa tranquilidad en un segundo tiempo en el que el Barça se defendió demasiado, quizá algo confiado con el resultado y también notando el desgaste físico. No hay que olvidar que Setién no hizo el primer cambio hasta el minuto 81, cuando Gattuso ya había gastado los suyos... Entre el VAR y las decisiones de Quique Setién, la historia podría haber acabado mal para el Barcelona. Por fortuna, no fue así y los culés viajarán a Lisboa para jugar la 'final a ocho' de la Champions League. Habrá que mejorar mucho para eliminar al Bayern en cuartos de final.