Joan Laporta y miembros de su Junta Directiva se encontraban formalizando el millonario aval en una notaría de la Avinguda Diagonal, pero durante el proceso surgió un inconveniente que desembocó en la imposición del actual presidente del FC Barcelona.

Luego de recabar todas las garantías, avales y contraavales, seguían faltando 10 millones de euros. Banc Sabadell ayudó en todo en cuanto estuvo a su alcance, y propuso que los presentes asumieran un aval mancomunado, a partes iguales.

El coste total de dicha parte del aval, se cobraría de forma trimestral, y en una sola cuenta. Es decir, cada uno de los directivos debía ingresar en la misma cantidad que le correspondía. Por supuesto, esta medida con el fin de reponer la cantidad faltante.

Laporta, se impuso

Entretanto, parece que en el transcurso de la última junta directiva, donde se trataron temas de gran calado al ser la previa a la Asamblea, el presidente del club azulgrana cambió radicalmente de actitud y, sin decir nombres, comentó que no podía ser que todavía faltaran ingresos en esa cuenta corriente del aval comunitario y conminaba a aquellos que no lo habían hecho a hacerlo lo más pronto posible.

Finalmente, Joan Laporta apelaría por la responsabilidad colectiva de su Junta Directiva. El coste de este aval es bastante elevado y se suma al que ya tienen a título individual algunos directivos, no todos. Una determinación que podría transformarse en un conflicto en caso de no resolverse lo más pronto.