Para valorar algunos enfrentamientos en ocasiones se tira de obviedades, pero cuando se dice que "un Clásico es un Clásico", es cierto que no hace falta añadir más. FC Barcelona y Real Madrid mantienen una rivalidad eterna, que este miércoles se pondrá a prueba en una eliminatoria de Copa de Rey en la que, aunque ni siquiera hace falta, habrá una motivación añadida.

Ganar sus duelos directos es suficiente premio para culés y 'merengues', pero esta vez está en juego un logro tan importante como el triplete. El que se meta en la final del Benito Villamarín conservará sus opciones intactas, pero el que caiga por el camino ya no podrá llegar a la meta. Tendrá que aguantar con lo que queda -que no es poco-, y esperar a la próxima campaña para volver a intentarlo.

A nivel mental y deportivo hay diferentes consecuencias que podrían producirse tras el cruce, que provocará más desgaste y un empuje moral para el finalista y un golpe complicado para el perdedor. Como dice Ernesto Valverde, las victorias hacen que pesen menos las piernas, pero hay que tener en cuenta que ambos aspirantes están en puntos muy distintos en estos momentos de la temporada.

Suceda lo que suceda en el torneo del 'KO', habrá revancha en LaLiga, en otro encuentro que también marcará la batalla de final de curso. Si los catalanes conquistan el Santiago Bernabéu el 2 de marzo, darán un mordisco a LaLiga y obligarán a los blancos a centrarse en Champions y Copa -si es que no han caído antes-, pero si se imponen los madrileños, el líder tendrá que multiplicar sus esfuerzos para resistir en lo más alto y tirar adelanten en Europa -y en la Copa si es que sigue su flamante racha-.

El Barça ya tiene experiencia en tripletes

Aunque las distancias entre los grandes clubes del viejo continente se han igualado y la misión es cada vez más complicada, el Barça ya tiene experiencia en tripletes, ya que logró dos en las temporadas 2008-09 y 2014-15. Bajo la dirección de Pep Guardiola y de Luis Enrique, los culés hicieron un pleno en los títulos de la temporada, algo que ahora está al alcance de Ernesto Valverde.

Cabe destacar que en la última década, hubo dos cursos en los que ambos llegaban con opciones de trébol al mes de febrero, pero en ninguno de los dos cayó. En el 2010-11, los barcelonistas amarraron Liga y Champions, pero los madridistas les eliminaron de la Copa. En el 2013-14, el Atlético se quedó con el campeonato de la regularidad, mientras que el doblete fue a parar al Santiago Bernabéu.