Si ya parecía muy rigurosa la expulsión de Javier Mascherano en el primer tiempo de la final de la Copa del Rey 2015-2016 entre FC Barcelona y Sevilla FC en el Vicente Calderón, el colegiado del encuentro se convirtió en auténtico protagonista con su lamentable actuación. El árbitro madrileño no pasó ni una a los azulgranas, algo totalmente diferente de lo que sucedía con el otro equipo.

Y es que hasta la amonestación a Adil Rami en el minuto 72, Carlos del Cerro Grande le perdonó muchas amonestaciones a los defensores sevillistas que masacraron a Leo Messi y a Neymar Júnior a faltas y acciones antideportivas. Tampoco vio una clara mano del zaguero francés al borde del área andaluza que de haber pitado habría sido muy peligrosa, con la amonestación correspondiente.

El juez del partido también señaló dos fueras de juego inexistentes de Neymar Júnior que le dejaban sólo ante la portería de Sergio Rico. El brasileño, muy activo por el costado izquierdo desde la salida de Suárez, no se podía creer la actuación del árbitro.

Un Del Cerro que también tuvo tiempo para señalar otro fuera de juego que tampoco era de Jordi Alba y una falta en ataque inexistente de Leo Messi que se colaba sólo ante la portería andaluza. Incluso Andrés Iniesta perdía los nervios, uno de los hombres más calmado de la plantilla, ante la ineptitud del juez. Para rematar la actuación, acababa expulsando al entrenador de porteros Josep Ramon de la Fuente por protestar.