Hay veces que es sorprendente como puede cambiar un equipo en pocas semanas. Desde el principio de temporada, el Sevilla parecía un equipo sin alma y muy lejano a las gestas que conseguía en años anteriores, tocando fondo cuando cayó goleado en casa contra el Real Betis, el eterno rival. Sin embargo, tras golear al Espanyol en Liga, consiguió eliminar al Atlético de Madrid en Copa del Rey y pasar a semifinales.

El Sevilla se adelantó muy pronto, a los 30 segundos de partido. Los andaluces abortaron la jugada de ataque del Atlético de Madrid, robaron el balón y montaron un contragolpe letal que fue finalizado por su capitán, Escudero, que remató a quemarropa dentro del área. El Atlético de Madrid trató de reaccionar ante la salida en tromba de los andaluces.

Fue entonces cuando apareció Antoine Griezmann, posible fichaje del FC Barcelona para la temporada que viene, para poner las tablas en el marcador con un soberbio derechazo lejano que se coló en el fondo de las mallas de la portería defendida por Sergio Rico. Los rojiblancos se vinieron arriba y tuvieron algunas oportunidades importantes de gol.

Sin embargo, en el segundo tiempo el Sevilla decantó la balanza hacia su lado. Saúl cometió un penalti sobre Correa que Banega se encargaría de transformar y Pablo Sarabia sentenció con una jugada individual en velocidad en un contragolpe de los andaluces. El Atlético no pudo reaccionar ante la avalancha sevillista.

El Sevilla, posible rival del FC Barcelona

El FC Barcelona tiene este jueves un partido clave y complicado. Los azulgranas buscarán remontar la eliminatoria contra el RCD Espanyol, que consiguió ganar el partido de ida por la mínima. En caso de culminar la remontada, los azulgranas tendrían al Sevilla como posible rival. Un Sevilla que enseñó los dientes contra el Atlético y que demostró que sigue siendo un equipo muy a tener en cuenta.