Al FC Barcelona le duró un cuarto de hora la alegría del gol de José Arnáiz. El Celta de Vigo consiguió poner las tablas en el marcador gracias a un tanto de Pione Sisto que demostró que la eliminatoria de la ronda de octavos de final de la Copa del Rey no será tarea fácil para el equipo azulgrana.

La jugada del empate del equipo gallego llegó en el minuto 31. Una triangulación de los celestes en la frontal del área provocó un remate al larguero de Iago Aspas tras un pase adelantado de Maxi Gómez. Pione Sisto recogió el rechace del remate del delantero gallego, se acomodó el balón en su pierna derecha y remató a quemarropa.

El potente disparo del extremo danés se acabó colando en el fondo de las mallas de la portería del FC Barcelona. Jasper Cillessen ni la vio, pero lo cierto es que era muy complicado detener el remate de Pione Sisto, que pese a que prácticamente no tenía ángulo de tiro, se sacó un remate casi imparable.

Dominio del Celta

Tras el gol de José Arnáiz, el FC Barcelona pareció dormirse en los laureles. El Celta de Vigo comenzó a hacerse con el dominio de la pelota y a triangular ante un Barça que no se sentía tan cómodo como en el inicio del partido. Iago Aspas avisó con una jugada por el centro del ataque que Nelson Semedo tuvo que abortar cuando el gallego ya se disponía a rematar.

La reacción del Celta de Vigo tras el gol de Arnáiz no se hizo esperar y lo cierto que el tanto de Pione Sisto fue el reflejo de lo que se estaba viendo en el terreno de juego: un Barça que había perdido el control de los tempos ante el equipo celeste, que no se amilanó.