Marruecos frenó los sueños de Portugal en el Mundial. Los dirigidos por Walid Regragui han hecho historia y se convirtieron en el primer representante africano en clasificar a unas semifinales de la Copa del Mundo. Lo han conseguido tras una victoria muy seria ante el conjunto luso y gracias a un gol de En-Nesyri en la primera mitad. 

Para los portugueses, por su parte, supone una decepción histórica, porque tenían grandes aspiraciones en la cita mundialista. A todos les ha afectado, pero el que peor lo vivió fue un Cristiano Ronaldo que volvió a partir desde el banco de suplente y que se marchó totalmente desolado del terreno de juego justo después del pitazo final. 'CR7' mostró su versión más 'humana'. 

Las cámaras captaron cómo el futbolista de 37 no pudo contener las lágrimas en su camino hacia el vestuario. Y es que la decepción y tristeza de Cristiano Ronaldo ha sido más que notoria, porque se trataba de su último partido en un Mundial. Quedó destruido y se quedó a 'nada' en su intento de ayudar al combinado portugués. 

Y es que el jugador nacido en Madeira jugó gran parte de la segunda mitad, pero no consiguió ser el revulsivo que necesitaba Portugal para igualar el marcador contra Marruecos. A pesar de que firmó varios acercamientos al área de Bono y que participó activamente en el juego, la solidez y concentración de los entrenados por Walid Regragui le neutralizó, como al resto de lusos. 

La sorpresa de Marruecos

En la otra cara de la moneda está una Marruecos que ha sido tan inesperada como sorpresiva y eficaz. Han hecho historia en la Copa del Mundo con un planteamiento infalible que los ha llevado a dejar en el camino a selecciones como Bélgica (fase de grupos), España (octavos) y ahora a Portugal en los cuartos de final. Son la gran novedad de este Mundial y su solidez, concentración y confianza los pueden llevar incluso más lejos.