Alemania se salva ante una España que sigue sin certificar su pase (1-1)

La España de Luis Enrique, a pesar que había hecho bien sus deberes en la primera fecha del campeonato, asumió el choque contra Alemania como una auténtica final y consiguió que el partido se jugara al ritmo que ellos querían en la primera mitad, con un control absoluto del balón y con varias ocasiones para adelantarse, pero sin la eficacia de cara al gol que tuvieron contra Costa Rica. Con el empate (1-1), el choque contra Japón es vital. 

El entrenador asturiano repitió el mismo plan que había llevado a cabo en el debut, con una única novedad (Carvajal por Azpilicueta), con la diferencia de que el rival en frente era capaz de hacer mucho daño cuando superaba la mitad de la cancha y tenían espacio para correr, con Jamal Musiala como un auténtico peligro cada vez que arrancaba en carrera. 

España, eso sí, incomodó a la selección teutona de principio a fin y tuvo la oportunidad de adelantarse a los siete minutos de partido, después de una jugada 'magistral' que reunió una seguidilla de pases que acabó con el balón en las botas de un Dani Olmo que mandó un zapatazo muy fuerte que obligó a Manuel Neuer a vestirse de héroe para salvarla, ayudado también por el travesaño antes de marcharse fuera. 

Los españoles continuaron dominando en el campo, pero sin ocasiones claras más allá de un disparo de Jordi Alba con la derecha que se marchó por el lateral de la red que 'casi' sorprende a Neuer o varios acercamientos de un Ferran Torres que no estaba fino y que falló una ocasión clarísima en el corazón del área con el guardameta teutón casi batido. Su disparo se marchó por encima del larguero, aunque igualmente estaba invalidado por fuera de juego. 

Los germanos también tuvieron sus acercamientos ypudieron abrir el marcador en el 39' después de una falta directa que cabeceó Antonio Rüdiger para mandarla a lo más profundo de la red, pero estaba sutilmente adelantado. A pesar de que el defensor del Real Madrid celebró la diana, desde el VAR lo anularon pocos segundos después. Fue un 'aviso' para 'La Roja', porque había cabeceado totalmente libre de marca.

En la reanudación, el guión no cambió demasiado: España dominaba y tenía el balón, pero era Alemania quien generaba la sensación de peligro en el choque. Tuvieron una ocasión clarísima después de un error en la salida de Unai Simón, que dejó el balón muy corto y Kimmich acabó rematando, pero apareció el guardameta para remendar su error con un paradón. 

Segunda parte de locura en Doha

Cuando las ideas menos claras estaban para España, un 'jugadón' acabó en un golazo de Álvaro Morata. Dani Olmo había abierto para Jordi Alba que, sin marca, levantó la cabeza y vio la llegada del delantero del Atlético de Madrid para cederle el balón y así rematara y batiera, con el exterior de su bota, a Manuel Neuer. 

El gol 'desquició' a una Alemania que, ahora sí, estaba obligada a dar vuelta al marcador para tener opciones de clasificar a octavos. Se volcaron a atacar y, con la entrada de de Leroy Sané, rozaron la victoria. El jugador del Bayern fue clave para que los teutones firmaran el empate, después de una pérdida que aporvechó Sané para llevarse el balón, ceder a Musiala y que Füllkrug fusilara al palo largo para poner 1-1 y dejar que Alemania llegue con vida a la última fecha.