¿‘Murió’ el tiki-taka? El Mundial confirma el poco interés por la posesión

Marruecos ha alcanzado las primeras semifinales de una Copa del Mundo en la historia de un equipo africano gracias a una gran estructura defensiva. El equipo marroquí sólo ha recibido un gol -en propia puerta- a pesar de 'nunca' haber tenido el balón. Su porcentaje de posesión más bajo fue contra Portugal (22%), seguida del partido de España (23%). Ni contra Croacia ni Bélgica han superado el 35% de posesión, sólo contra Canadá se elevó al 41% por 59% los canadienses. 

El equipo portugués se quejó de la postura defensiva de su rival, aunque en todo momento Marruecos dejó claro que ese sería su plan de partido, algo que se incrementó con el 1-0 conseguido en el final del primer tiempo. Todos los datos relacionados con la posesión muestran que para hacer un partido correcto, dinámico y efectivo cada vez se necesita menos del balón.

De hecho, el futbolista que en el partido presionó más defensivamente, Azzedine Ounahi, simplemente se encargó de incomodar en cada jugada lo máximo posible a Bernardo Silva. Recuperando rápido o no, Marruecos tenía claro que quería atacar con pocos toques, o en su defecto, alejar lo máximo posible el balón de su guardameta Bono. 

Otro ejemplo importante de esta tendencia fue el Francia contra Inglaterra, hasta ahora el mejor partido del Mundial seguramente. El equipo galo intentó manejar sus ataques con Griezmann, pero igualmente perdió la posesión de balón con el equipo inglés. La selección gala demostró que cada futbolista sabe perfectamente lo que tiene que hacer, en especial Giroud. 

¿Todo cambió?

La mala noticia la están teniendo los equipos importantes, los llenos de talento, que ya no pueden ganar un partido simplemente por poner mejores jugadores que el rival sobre el campo de juego. La evolución física del fútbol y de los propios futbolistas hace que puedas atacar sin tener el balón y el defenderte sin él sea cada vez más 'sencillo'. La estadística está ahí. En este Mundial, hasta ahora, la sorpresa la ha dado la selección que menos quiere el balón pero que mayor rendimiento saca a sus goles. 

Argentina y Croacia han avanzado en esta Copa del Mundo con la suerte de contar con dos de los mejores jugadores del torneo, Leo Messi y Luka Modric. Francia es la que mejor impresión ha dejado porque es casi perfecta en todas las líneas. Los de Deschamps tienen al máximo goleador (Mbappé, con 5 goles) y al máximo asistidor (Griezmann, con 3) y además le suman una buena pareja de centrales y un medio del campo capaz de replegarse durante varios minutos o atacar consecutivamente hasta conseguir un gol.