Didier Deschamps se la jugó ante Australia con un equipo muy ofensivo en el que Aurélien Tchouaméni y Adrien Rabiot fueron los únicos jugadores de marca de mediocampo hacia adelante. Con Antoine Griezmann retrasado y Olivier Giroud como '9', el técnico galo puso a Kylian Mbappé y Ousmane Dembélé por las bandas para romper el fondo oceánico y tanto el '10' como el extremo del FC Barcelona respondieron con creces.

En el caso de 'Dembouz', el extremo se mostró muy incisivo por derecha desde el comienzo, si bien el juego francés estuvo recostado por izquierda la mayor parte del primer tramo. Mbappé parecía querer resolver el partido solo en los primeros compases, apostando a sus regates y velocidad, pero el fondo australiano controló sus internadas sin sobresaltos en el primer cuarto de hora. El desastre parecía inminente para 'Les Bleus' con el tanto de Craig Goodwin y la lesión de Lucas Hernández en el minuto 9. Sin embargo, el poderío ofensivo de la campeona del mundo se desató en el momento justo.

Griezmann y Dembélé comenzaron a arrastrar marcas y Adrien Rabiot se instaló en el área contraria con una presión asfixiante. El mediocentro de la Juventus igualó el partido con un cabezazo en el 27' y asistió a Giroud cinco minutos más tarde para completar la remontada. Desde entonces solo hubo un equipo en el campo del  Al-Janoub Stadium y tanto Kylian como Ousmane encontraron cada vez más espacios.

En el complemento, Francia amplió su ventaja gracias a un desborde de Dembélé. El de Vernon centró justo a donde apareció Mbappé para cabecear y poner el 3-1 en 68 minutos. Con Australia 'KO', el '10' repitió la fórmula por derecha con un centro a la cabeza de Giroud, gran figura de la jornada al igualar el récord goleador de Thierry Henry con Francia (51 goles) en 115 partidos, cuando muchos daban al '9' del AC Milán por acabado.

Dembélé se gana la confianza de Deschamps 

Con su actuación ante Australia, el '7' del Barça se consolida como titular en el once de Didier Deschamps, quien ya le había llevado al Mundial de Rusia, si bien el extremo cumplió un rol secundario en cuatro partidos. 'Dembouz' quiere revalidar el trofeo obtenido en 2018, esta vez como figura de una Francia que, más allá de las bajas, demuestra la valía de su fondo de armario ante la plaga de lesiones que pareciera no tener fin. El sábado toca Túnez para asegurar la clasificación.