Irán no pudo reeditar su histórico triunfo de 1998 ante Estados Unidos y quedó fuera de la Copa del Mundo tras caer ante los norteamericanos en Doha (0-1). Un gol de Christian Pulisic bastó a los de Gregg Berhalter para vencer al combinado dirigido por Carlos Queiroz (0-1) después de una buena primera parte en la que fueron ampliamente superiores. El sábado, les espera Países Bajos en el Estadio Internacional Jalifa.

A Irán le valía el empate y, al igual que Ecuador a primera hora, pecó de conformista en la primera parte con un esquema conservador. Los norteamericanos dominaron y tanto Weston McKennie como Pulisic comenzaron a encontrar fisuras en la zaga iraní pasado el primer cuarto de hora. En el 38', cuando el asedio estadounidense era total, McKennie encontró a Dest recostado por derecha y el ex lateral del FC Barcelona sirvió un centro perfecto para que el '10' norteamericano rematara de forma aparatosa, pero eficaz para poner el 0-1.

Pulisic se estrelló con el portero Alireza Beiranvand tras convertir y quedó muy golpeado, por lo cual fue reemplazado en el entretiempo. Timothy Weah puso el segundo antes del descanso, pero su tanto fue anulado por fuera de juego. En la segunda parte, Irán adelantó líneas y tuvo más el balón, aunque sin mucha profundidad por falta de ideas. Yunus Musah avisó en el 68' con un tiro libre que se marchó alto por poco, pero hubo pocas llegadas de peligro hasta el tramo final.

Ya en el descuento, múltiples centros llovieron en el área estadounidense y entre errores defensivos y malas salidas del portero Matt Turner estuvo cerca el empate iraní, pero faltó quién la metiera. Los de Queiroz rompieron el récord de pases en lo que va de Mundial (465), pero apenas remataron una vez al arco y se despiden de Qatar dejando una buena imagen pese a la amargura de la derrota ante un Estados Unidos que, nuevamente, fue de más a menos en los 90 minutos, sin perder el orden táctico que el caracteriza.

Norteamericanos y neerlandeses abrirán los octavos de final

Con el triunfo, Estados Unidos culminó la fase de grupos invicto con 5 puntos, dos menos que Inglaterra y su rival del sábado. Países Bajos no ha deslumbrado, ni mucho menos, por su juego hasta ahora, aunque sí han demostrado mucha paciencia y contundencia para aprovechar los errores del rival. El sábado, los de Louis van Gaal estarán obligados a asumir el control del partido desde temprano si no quieren sufrir contra una selección que quiere repetir su mejor actuación en mundiales 20 años después de alcanzar los cuartos de final en Corea y Japón 2002.