Miami Heat pone contra las cuerdas a los Celtics en la Final de Conferencia Este

El segundo partido de la semifinal del Este era muy esperado por la legendaria escuadra de Boston, que tenía puestos todos los esfuerzos en empatar la serie y dar un golpe de efecto. Pero no lo consiguió. Un encuentro muy irregular, en el que se dejaron remontar casi una veintena de puntos (17). Tras el descanso, los Celtics mostraron una de las peores caras de los playoffs y, con un apático tercer cuarto, sirvieron en bandeja la victoria a unos crecidos Heat.

El equipo de Miami no comenzó nada bien el encuentro, en los dos primeros cuartos solo logró un 37% de acierto en tiros de campo, y fue muy inferior en el aspecto reboteador, con solo 16 conseguidos por los 27 de su rival. El resultado al descanso era de 47-60 a favor de los Celtics. Parecía que la serie se igualaría y que Boston despejaría las dudas ofrecidas en el primer partido.

Pero tras es descanso, acumularon 12 tiros de campo sin conseguir anotar y se llegó al final del encuentro a falta de pocos minutos, con empate a 95 en el marcador. El empuje final de los de Florida alcanzó para llevarse un partido que podría haberse decantado por cualquier bando.

El enfado en los jugadores de Boston ha trascendido a los medios, donde se especula que Marcus Smart, base y cerebro de la plantilla, gritó a sus compañeros para instantes después abandonar el vestuario sin querer realizar ninguna entrevista.

Las palabras de Jaylen Brown explican bien la situación que se vivió en ese vestuario: "Por eso queremos a Marcus", dijo, y también agregó: "Juega con pasión tiene mucho fuego, necesitamos eso. Hay idas y venidas en todas las familias, pero nos aceptamos tal y como somos. Tenemos que usar ese fuego y añadirlo en el tercer partido". Con esta victoria, el único equipo de Florida que queda en la burbuja de Orlando encadena un 10-1 en la fase final, todo un récord.

Los Rockets no descartan el traspaso de… ¡JAMES HARDEN!

Los rumores van en la dirección que los dueños de la franquicia de Houston, buscando construir un nuevo proyecto deportivo que pueda luchar por el anillo, verían con buenos ojos dejar marchar a su máxima estrella estos últimos 8 años y uno de los máximos anotadores de la historia como “la barba”.

No han conseguido que su liderazgo les lleve a levantar ningún anillo y solo ha podido guiarlos a una aparición en las finales, en 2018 frente a los Warriors. Podría ser una de las pocas fórmulas que les permitirían realizar algún movimiento salarial importante para atraer a una nueva e ilusionante súper estrella.