El FC Barcelona recordará el 14 de abril de 2022 como un día triste en su historia. Más allá de la eliminación de la Europa League ante el Eintracht Frankfurt, el club lamenta el bochorno ocurrido con la venta de entradas para el partido, ya que cerca de 30.000 aficionados alemanes lograron ingresar al Camp Nou, cubriendo de blanco las tribunas del templo culé para sorpresa de jugadores, cuerpo técnico y los millones de espectadores alrrededor del mundo.

Por ello, Joan Laporta informó este viernes que, a partir de la próxima temporada, las entradas para cualquier competición internacional que dispute el Barça se venderán de manera nominativa. "No lo hemos querido hacer nunca porque incomoda y molesta a los socios que tienen una conducta correcta, normal y corriente", expresó el mandatario, quien aseguró que el club no vendió entradas a la afición del Eintracht.

Este viernes, el club hizo oficial el ingreso por la venta de entradas del partido del jueves ante el Eintracht, un 'dinero de Judas' que pasará a la historia como uno de los momentos más bochornosos en la hisotria del club. Según lo informado por Elena Fort, vicepresidenta institucional del Barça, la taquilla del partido de cuartos de final de la Europa League dejó 3 millones de euros en las arcas culés. "Es un dinero que nos sabe muy mal", expresó Fort a la 'Cadena SER'.

Las "conductas irregulares" que propiciaron el bochorno"

Al respecto, Laporta aclaró que "el club puso 34.440 entradas a la venta con restricciones, ya que no podían ser compradas con tarjetas de crédito alemanas ni con una IP germana". Sin embargo, los socios, que tienen prioridad en las primeras 24 horas de venta, aprovecharon para venderlas a los aficionados alemanes que se encontraban en la ciudad desde el día miércoles. 

Asimismo, el presidente culé indicó que "de los abonos ocupados, 37.746, también se detectó una evidencia y es que parte de esos abonos fueron también a manos de aficionados alemanes". En ese sentido, socios y abonados fueron los encargados de vender las entradas a los fanáticos del Eintracht quienes, en principio, solo tenían 5.000 asientos autorizados en el Camp Nou. "Pasamos vergüenza y fue un día triste por el resultado y por lo que sucedió por lo que respecta a la asistencia de tantos alemanes al Estadi. Esperamos el lunes de Pascua contar con el máximo número de barcelonistas ante el Cádiz", puntualizó Laporta.