Desde luego, la de la Supercopa de Catalunya no fue la mejor actuación de Ousmane Dembélé. Tras varios meses lesionado, el francés está volviendo poco a poco a la normalidad a base de acumular minutos, pero esta parada en el camino no le gustó demasiado. En un duelo intenso en el que Ernesto Valverde aprovechó para rodar a la mal llamada segunda unidad, no consiguió ser relevante en el FC Barcelona.

En general, hubo pocos futbolistas que mostraran una sonrisa, si acaso algunos jóvenes por la oportunidad con el primer equipo o un Carles Aleñá que jugó como si le fuera la vida en ello, pero al francés, desde el principio, se le vio muy frío sobre el terreno de juego. Estuvo participativo en los primeros compases del encuentro, pero se perdió en la imprecisión general y se fue diluyendo hasta que fue sustituido.

Al de Vernon le pudo la falta de ganas o el temor a lesionarse, porque su reacción tras una entrada de Pablo Piatti fue lo más caliente que mostró en algo más de una hora. Bien es cierto que el argentino llegó tarde y le golpeó, pero el enfado pareció desmesurado y también su reacción, 'a lo Cristiano', con una patada que impactó contra el espanyolista y que el colegiado prefirió no llevar a más.

Ni siquiera en la foto del título amagó con sonreír Dembélé, casi tan ofuscado como un Denis Suárez que se lesionó y parecía más metido en un funeral que en una fiesta. Al menos lo intentó el gallego en el rato que le respetó el físico, como Paco Alcácer, otro tan voluntarioso como desacertado, o como Yerry Mina, Aleix Vidal y Jasper Cillessen, algunos de los triunfadores de la tarde. Al extremo galo no se le puede contar la intención.

Valverde defiende a Dembélé

Quien quiso aparcar los problemas fue Valverde en sala de prensa, donde le tocó, una vez más, salir al paso de los rumores sobre las presuntas malas costumbres de Dembélé. El Txingurri no es amante de los incendios, y además de revelar que no le exigirá más que ir creciendo "poco a poco", señaló otro encuentro que sí valdrá para juzgarle.

Contra el Málaga, Ousmane tiene muchas opciones de repetir participación, y tendrá una buena oportunidad para devolver las ganas que le faltaron en la Supercopa. La calidad la tiene y los nervios que le agarrotan debe perderlos, por lo que, como dice el técnico, es cuestión de ir paso a paso. El resto, en un equipo como el Barça, irá llegando con el tiempo.