El FC Barcelona derrotó al Real Valladolid por la mínima, con un gol de Ousmane Dembélé en el segundo tiempo, y finalizó el partido con el susto en el cuerpo, ya que el VAR tuvo que ponerse en funcionamiento para anular un gol de Keko por fuera de juego en el último suspiro. Tres puntos de oro pero muy sufridos.

Desde la llegada del FC Barcelona a tierras pucelanas se vio que el partido ante el Real Valladolid no sería tarea fácil. En parte, por el clima de tensión generado por la afición vallisoletana, que recibió a los hombres de Ernesto Valverde de forma muy hostil, con varios cánticos e insultos antes, durante y después del partido.

De hecho, Gerard Piqué sufrió las consecuencias de la ira de la hinchada del Valladolid, que incluso llegó a irse de las manos en algún que otro momento. A la llegada del equipo  a tierras pucelanas, un aficionado le propinó un balonazo al central catalán mientras este se dedicaba a firmar autógrafos y a hacerse fotos.

Hay que recordar varios episodios anteriores entre el central azulgrana y el público vallisoletano, que protagonizó múltiples abucheos e insultos a Piqué durante un partido de la selección española, pese a que en esa ocasión el defensa defendía los colores de dicha afición.

Lejos de ello, lo que realmente indignó a Gerard Piqué fue el mal estado del césped, del que se quejó después del partido. "Ha sido un partido trabado por el campo. Si queremos vender el producto fuera y llevar partidos a Estados Unidos primero tenemos que mirar lo que tenemos en casa. Esto es una vergüenza".

Después de su 'colleja' a LaLiga, el jugador azulgrana siguió criticando el terreno de juego y el riesgo que ello conllevaba para los jugadores: "Ha sido deplorable. Ya no es por poder jugar al fútbol o no, es por el riesgo de lesión de los profesionales. Espero que los responsables de esto tomen cartas en el asunto y que lo arreglen porque es lamentable".

El balonazo a Piqué