Aún quedan algunos movimientos en el tablero de ajedrez que se ha convertido el fichaje de Neymar, pero de momento el PSG ha tenido que dar un paso atrás. Aunque las relaciones entre el padre del brasileño y el FC Barcelona todavía no son las mejores, el estrepitoso debut de los franceses en la International Champions Cup les ha obligado a cambiar de estrategia, olvidándose por un día del delantero y mirando a su propio vestuario para hacerse fuertes.

El primero en hacerlo fue Unai Emery, que si hace unos días dejaba caer que su equipo podría interesarse por uno de los mejores del mundo, ahora giró su discurso hacia sus propios futbolistas. "Para mí los jugadores más importantes son los que tengo aquí. No podemos desviar la atención de nuestro trabajo diario. Ahora debemos trabajar para mejorar y poder afrontar de la mejor manera los próximos partidos ante el Mónaco y la Juventus", apuntó el técnico, no muy contento tras la derrota ante el Tottenham.

La mala imagen que los parisinos ofrecieron ante los ingleses hizo mella en sus intenciones, que se olvidaron rápidamente de los fichajes. Así lo avisó Thiago Motta, que explicó que "son los rumores que aparecen cada año, pero este año se habla un poco más ya que Neymar es un gran jugador, uno de los mejores del mundo. Los jugadores, sin embargo, no decidimos quien viene y quien no viene".

El último en pronunciarse fue Edinson Cavani, el más rotundo en sus comentarios: "¿Neymar? Yo creo en mis compañeros. El día que llegue un nuevo refuerzo, hablaremos. Ahora sólo pienso en mi equipo, en los aficionados y en el club. Lo demás ya veremos".

Ni rastro de los brasileños

Aunque podrían ser una de las claves de la marcha de Neymar del Barça por su amplia presencia en el PSG, los miembros del clan brasileño del Parque de los Príncipes no quisieron hablar sobre el tema tras el encuentro de la International Champions Cup.

Ni Dani Alves, ni Thiago Silva, ni Marquinhos, ni Lucas Moura. Las cámaras no captaron a ninguno de los cariocas opinando sobre la llegada de su compatriota, al revés de lo que había pasado en los últimos días, en los que incluso se había bromeado con su posible aterrizaje en París. Habrá que esperar, pero de momento el PSG ahora guarda silencio.