Cuando Víctor Valdés decidió abandonar la portería azulgrana y Carles Puyol ponía el punto y final a su carrera por culpa de las lesiones, una preocupación se instaló entre el aficionado culé. ¿Cómo y quién iba a sustituir a dos mitos?

Valdés fue el mejor guardameta posible para un FC Barcelona casi sin estridencias que lo ganó absolutamente todo. Un muro infranqueable bajo los palos, un jugador con carácter genuino. Puyol, el capitán ejemplar y un defensa impoluto, capaz de adaptarse a las exigencias del guión (jugó en las cuatro posiciones defensivas) y frenar a todo tipo de delantero -rocoso, físico, veloz, técnico-. A la inteligencia táctica del de la Pobla de Segur se le sumó una integridad deportiva y profesional brillantes y casi inéditas.

El club, con más o menos intentos fallidos, ha sabido encontrar a las dos piezas que suplen perfectamente a Valdés y Puyol. Sin ser de la casa, Ter Stegen y Umtiti han sabido ganarse el respeto y admiración de la afición por su adaptación y entrega.

El alemán ha seguido una trayectoria paralela a la del arquero de Hospitalet: en sus primeros encuentros hubo dudas por cómo arriesgaba con el balón en los pies, y algunas acciones desafortunadas que acabaron en gol del rival generaron el primer debate en el entorno. Algo que Valdés vivió en sus propias carnes con errores que dejan en evidencia a los porteros pero que son, en definitiva, humanos.Tras el adiós de Bravo, Ter Stegen ha asumido la titularidad y tiene por delante toda una carrera para hacer historia en Barcelona.

Umtiti, por su parte, y tras los fracasos de Vermaelen, Mathieu, Cáceres o Chigrinsky, ha encandilado al Camp Nou por su potencia física, su capacidad de salto, su colocación, su fortaleza mental y por su rápida adaptación al ADN del club. 

Ni Isco, ni Thiago ni Cesc; hay que invertir dinero

Ahora bien, el Barcelona tiene un problema en el centro del campo. Xavi e Iniesta se hicieron mayores y al primero se le encontró un "relevo" como Rakitic (juega en su puesto pero con otras cualidades), mientras que Iniesta, aún en activo, no parece tener sustituto fiable a día de hoy. Ni Denis Suárez, ni André Gomes, ni Rafinha, ni Arda Turan. Ninguno es capaz de alcanzar la exquisitez técnica del manchego -muy difícil-, pero tampoco de controlar el centro del campo como lo hace el '8'.

Buscar "al nuevo Xavi" o "al nuevo Iniesta" es peligroso, porque añades una presión innecesaria al jugador que llegue para cumplir sus roles, pero es indispensable para seguir manteniéndote en la élite del fútbol europeo. Por unas razones u otras no se ató a Isco, Cesc decidió volver a la Premier y Thiago se marchó al Bayern. 

Tres jugadores que posiblemente hubieran encajado bien en el ADN Barça y habrían hecho "olvidar" -salvando las distancias- a la pareja Xavi-Iniesta. Ahora hay jugadores interesantes que podrían cumplir sus funciones (véase Verrati, Coutinho, Hazard...), pero están en clubes importantes y con poder adquisitivo, por lo que ficharlos se antoja complicado.