El partido del pasado sábado pedía que el FC Barcelona volviera a sus orígenes, que todas sus líneas formasen cual acordeón y que todos diesen de su parte, ofensiva pero también defensivamente para superar al Real Madrid. No se pudo conseguir la victoria por un gol en el último minuto, pero lo que sí que se pudo ver es a un equipo mucho más armado y junto, sin desconexiones.

Y eso en parte fue gracias a un centro del campo comandado por un excelso Sergio Busquets que hasta la llegada de Iniesta fue el referente, y por un ataque que esta vez sí que asumió su papel más solidario. Leo Messi, Luis Suárez y Neymar Júnior aportaron en la recuperación, la presión y no dejaron que a Sergi Roberto y Jordi Alba les superaran en número.

Los datos son esclarecedores. Neymar Júnior fue el que más se aplicó y acabó robando siete balones durante todo el partido por los seis de Leo Messi y los tres de Luis Suárez. En números generales, la delantera recuperó dieciséis de las 53 recuperaciones del equipo blaugrana. Por ejemplo, fueron el doble de las que hicieron el centro del campo que sólo se sostuvo hasta la incursión del capitán gracias al partidazo de Busquets. 

La "MSN" debe volver por sus fueros

Una de las claves en años anteriores dentro del equipo de Luis Enrique siempre ha sido el sacrificio y la solidaridad de todo su equipo. Tanto defensas como atacantes, los blaugranas siempre se han dejado la piel en recuperaciones y en una presión muy alta, como la que se vio ante el Real Madrid. Ese es el camino a seguir antes de fin de año para tratar de ganar todo lo que queda y aprovechar, en caso de que se dé, algún punto perdido por los madridistas.