Gareth Bale consiguió anotar el tanto del empate (2-2) en el minuto 72 de un Clásico muy emocionante hasta el final. Previamente, los azulgranas se habían adelantado en el segundo tiempo con un tanto de Leo Messi tras los goles antes del descanso de Luis Suárez y Cristiano Ronaldo.

El galés se inventó un tiro ajustado desde la frontal al que Ter Stegen no pudo llegar. La jugada la originó Marco Asensio con un pase interior al que llegó Bale anticipándose a Samuel Umtiti y a Jordi Alba. No se lo pensó el británico, que se inventó una rosca espectacular que se coló a la derecha del portero germano.

El gol volvió a suponer un balón de oxígeno para un Real Madrid que no estaba consiguiendo dominar el partido en el segundo tiempo pese a estar con un hombre más. Tras el gol, los madridistas volvieron a retomar el control del partido para acometer sobre la portería defendida por el FC Barcelona.

Sin embargo, el marcador no se volvió a mover. El FC Barcelona supo defenderse e incluso tuvo opciones de volver a marcar saliendo al contragolpe en alguna acción al final del partido. Al final, reparto de puntos en un Clásico intrascendente pero con una tensión máxima por parte de los dos equipos.

Bale debió ser expulsado en el primer tiempo

Gareth Bale tuvo suerte de que el árbitro no vio la violenta patada que le asestó a Samuel Umtiti, sin opción de jugar el balón pero sí de hacerle mucho daño al defensa del FC Barcelona. El colegiado no señaló absolutamente nada pese a que era evidente que la acción merecía la cartulina roja.

El colegiado Hernández Hernández cometió demasiados errores a lo largo del partido, pero la no expulsión de Gareth Bale por su violenta agresión fue una de las más sonadas. Sobre todo porque finalmente la acción repercutió en el resultado, ya que el galés fe el autor del empate.