La situación deportiva en la que se encuentra el FC Barcelona comienza a ser preocupante. Especialmente por la inoperancia del conjunto de Ernesto Valverde​ fuera de casa, en el que el equipo se transforma para ofrecer partido sí y partido también una versión insegura en defensa, nula en ataque y alarmantemente falta de intensidad en todas y cada una de las situaciones de los duelos.

Es cierto que el Barça está dando un buen nivel de juego y de resultados cuando juega en el Camp Nou pero fuera de casa, los culés ya acumulan tres derrotas (contra Athletic Club en San Mamés, Granada en Los Cármenes y Levante en el Ciutat de València). Y lo peor de todo no son los resultados, sino las sensaciones que deja el equipo.

Unas sensaciones que todavía podrían haber dejado más derrotas en algunos partidos que se salvaron pero que podrían haber acabado fácilmente con el casillero azulgrana de puntos marcando cero. En mente están los dos baños que los culés se llevaron en el Signal Iduna Park contra el Borussia Dortmund que terminó inexplicablemente en empate sin goles o el del Slavia Praga, que afortunadamente se saldó con victoria (1-2).

El Barça de Valverde sufre una importante hemorragia cuando juega fuera de casa y hay que remontarse a la temporada 2002-03 para encontrar una temporada en la que los azulgranas lo hicieran igual de mal que en la presente lejos de su terreno de juego. Quitando el partido contra el Eibar en Ipurua o, a ratos, el del Coliseum contra el Getafe, el resto de encuentros a domicilio deja mucho que desear.

Derrota inexplicable contra el Levante

El FC Barcelona empezó la temporada perdiendo contra el Athletic Club en un partido malo y accidentado, por una derrota con un golazo de chilena de Aduriz en el último minuto. En Los Cármenes, los culés empezaron por debajo en el marcador contra el Granada desde el primer minuto y acabaron arrastrándose a la hora de buscar el empate.

Pero lo que ocurrió en el Ciutat de València contra el Levante todavía fue más grave, ya que el FC Barcelona se fue al descanso con ventaja por el gol de Leo Messi y no supo ni siquiera mantenerla. Ocho minutos fatídicos costaron tres puntos de esos que pueden hacer que una Liga se escape.