Desde la creación de la World Compliance Association las cosas han cambiado mucho a nivel empresarial, con una mayor transparencia al momento de manejar el trato de los empleados y sobre todo escuchar sus quejas, ya que las denuncias así como se dispararon, se han comenzado a controlar.

Esta misma institución muestra una estadística en promedio para las empresas o compañías que cuentan con al menos 1500 empleados, siendo objeto de unas cinco denuncias internas cada año y manteniendo esa cifra de forma estable. Como recientemente se ha hecho, habitual, el Barcelona presenta números por encima.

100 denuncias en 5 años es lo que se estima para la entidad azulgrana durante el fenómeno causado por Bartomeu y Laporta, en el que se comenzaron a conocer una gran cantidad de irregularidades, principalmente durante el mandato del primero para que justamente se acelerara la llegada del segundo.

“Cabeza de turco” y “tapar porquerías de otros” son algunas de las frases que se alcanzan a leer en el diario ARA, encargado de revelar la información. Además, a pesar del cambio de directiva, no hay mayor diferencia en el ambiente laboral según el mismo reportaje, que asegura que con Laporta se mantienen algunas políticas de “liderazgo tóxico”.

Con Laporta sí se puede decir que se comenzaron a destapar determinadas cosas que pasaban en el pasado y ahora deben atacarse, muchas ligadas a posibles actos de corrupción con la institución, a lo que puede ir añadido aquello de “tapar porquerías de otros”, por lo que el trabajo que tiene por delante el mandatario, es complicado.

Vías regulares

El Barcelona no solo cuenta con un departamento de Compliance, sino que también en su habitual espacio de recursos humanos pueden llegar estas denuncias, algo que parece ser parte de lo cotidiano dentro de la empresa entre acoso laboral y algún otro detalle adicional que tiene descontento al personal de despachos.