Cuatro aspectos para mantener la fe en Valverde

La figura de Ernesto Valverde fue discutida por el barcelonismo desde su llegada. En su primera temporada, ganó LaLiga y la Copa del Rey, pero una humillante eliminación en cuartos de final de la Champions League frente a la Roma (3-0) le puso en el ojo del huracán. Mantuvo el puesto, volvió a ganar LaLiga pero nuevamente acabó su andadura europea con una derrota todavía más frustrante ante el Liverpool (4-0) en semifinales.

Fue entonces cuando ya no solo una gran parte de la afición pidió la cabeza del Txingurri, sino también parte de la directiva. Pese a ello, la apuesta de Josep Maria Bartomeu por el extremeño se mantuvo y su inicio irregular de temporada ha vuelto a poner su continuidad a debate. Ahora Valverde tiene una gran parte del barcelonismo en contra, pero hay que tener en cuenta que su gestión también tiene puntos positivos.

Apuesta por la cantera

Uno de los aspectos que más se le criticó a Ernesto Valverde en sus dos primeras temporadas fueron las pocas oportunidades que repartió entre los jóvenes de la Masia. En la presente campaña, el Txingurri parece haber invertido esta dinámica y, ante las bajas, en lugar de apostar por cambiar de posición a jugadores del primer equipo como solía hacer, prefirió dar la alternativa a los canteranos. Ansu Fati y Carles Pérez han respondido con un gran nivel.

Gestión de los 'pesos pesados'

Ernesto Valverde no se casa con nadie y lo ha demostrado. El Txingurri convenció a jugadores como Leo Messi o Luis Suárez de las rotaciones o no le ha temblado el pulso a la hora de sentar a quien ha creído conveniente. El mejor ejemplo de ello es el de Ivan Rakitic, que ha pasado de jugarlo prácticamente todo a estar relegado al banquillo ante el buen rendimiento de Arthur Melo y Frenkie de Jong.

Cambios de sistema

Ernesto Valverde no es de los técnicos que quiere someter a los jugadores a sus ideas, sino que se adapta a lo que tiene. En su primera campaña, cambió el 4-3-3 empleado desde hacía años para jugar con un 4-4-2 que le dio el doblete. Es cierto que luego volvió al 4-3-3, pero el Txingurri sabe buscar soluciones cuando las cosas no van bien y lo demostró contra el Inter, ideando un 4-2-1-3 que revolucionó el partido. 

Mantiene la calma

Ernesto Valverde es un hombre tranquilo, mide sus palabras y sus acciones, no se queja por las circunatancias negativas. Llegó y se encontró con el terremoto de la marcha de Neymar, no se alteró pese a las dudas de la directiva con él por las eliminaciones en Champions, no se quejó porque no llegasen fichajes que eél pidió como los de Willian o Íñigo Martínez... Además, el vestuario está a muerte con él y siempre le ha defendido.