No, no puede decirse que el árbitro de este domingo en el Camp Nou, Hernández Hernández, estuviera demasiado fino. En el partido más mediático del mundo, visto por millones de personas en todo el mundo, el colegiado canario hizo un ridículo estrepitoso y perjudicó tanto a FC Barcelona como a Real Madrid, con decisiones muy polémicas que sólo contribuyeron a calentar el Clásico.

Lo que teóricamente era un partido intrascendente entre FC Barcelona y Real Madrid acabó ofreciendo un espectáculo bonito, polémico y que generará mucho debate a lo largo de los próximos días, por culpa de las controvertidas decisiones de un árbitro que, aunque fue elegido la pasada temporada como el mejor de LaLiga Santander, no estuvo a la altura este domingo en la capital catalana.

La primera decisión polémica de Hernández Hernández fue perdonar una tarjeta roja clarísima a Gareth Bale por una entrada durísima a Samuel Umtiti. El galés clavó los tacos en la pierna de apoyo del francés y por fortuna no le lesionó, pero ni el colegiado ni sus asistentes vieron ni quisieron ver la agresión del jugador del Real Madrid, que se marchó de rositas y sin recibir ni siquiera una mísera cartulina por la acción.

Hernández Hernández, en cambio, no tuvo reparos en expulsar con roja directa a Sergi Roberto por un supuesto manotazo a Marcelo. Un manotazo que sí que existió y que constituyó una fea acción por parte del canterano azulgrana, pero que Marcelo exageró yéndose al suelo y fingiendo un daño que Sergi Roberto nunca le hizo. Lo que podría haber acabado en amonestación, fue señalado por Hernández Hernández como tarjeta roja directa. Dudosa, aunque puede llegar a entenderse que la mostrara si, según él, hubo la intención de agreder por parte de Sergi Roberto.

El caso, sin embargo, es que entonces ambos equipos deberían haber jugado la segunda mitad con diez hombres, y no sólo el FC Barcelona. Gareth Bale siguió sobre el césped, y tuvo tiempo de volver a protagonizar una nueva entrada dura sobre Jordi Alba, que le costó una amarilla pero que bien podría haber sido señalada como 'naranja'.

Antes de ello, el FC Barcelona se vio beneficiado en el gol de Leo Messi. El astro argentino culminó en gol una jugada en la que Luis Suárez había cometido falta previamente sobre Raphael Varane, al llevárselo por delante arrastrando la pierna. Hernández Hernández no señaló la falta, y permitió que el gol de Leo Messi subiera al marcador.

Tampoco señaló, avanzada la segunda parte, un claro penalti de Jordi Alba sobre Marcelo Vieira, que fue penalti tanto en directo como en la repetición. Dos errores de peso en contra del Real Madrid, pero también algunos, como la no-expulsión de Gareth Bale, en contra del FC Barcelona.

El mal arbitraje provocó tensiones en el Clásico

Con tanta tensión y tan mal arbitraje, no es de extrañar que se dieran tantos rifirrafes entre jugadores de ambos equipos. Luis Suárez y Sergio Ramos se las tuvieron tiesas, de la misma manera que Modric y Jordi Alba. Pese a todo, pudieron verse también gestos de deportividad, a falta de pasillo, como el abrazo de Zinedine Zidane a Andrés Iniesta en el túnel de vestuarios, al término del partido. Pero cuando el árbitro pita el final, las tensiones y polémicas se quedan sobre el césped. Esa es la magia del fútbol. Que lo cambia todo en un instante.