La afición del FC Barcelona está tremendamente ilusionada, y no es para menos. Neymar Jr ha hecho las maletas del Barça, pero en su lugar ha aterrizado un Ousmane Dembélé que, antes incluso de debutar en el Camp Nou este sábado, se ganó varias ovaciones tremendas de la grada cuando empezó a calentar, y a continuación generó murmullos cuando recibió el balón sobre el césped.

El barcelonismo espera mucho de Dembélé, y no es para menos. Los prácticamente 150 millones de euros que ha costado, con tan sólo 20 años a sus espaldas, ya presagian que se trata de un futbolista especial que el Barcelona debe cuidar con esmero para que progrese lo más rápido posible.

En apenas veinte minutos de juego contra el Espanyol, y sin tocar demasiados balones, Dembélé ya mostró a la afición del Barcelona cuál es una de sus principales cualidades: la carrera al contragolpe con espacios y las jugadas al primer toque. El talentoso jugador francés asistió a Luis Suárez en la jugada del quinto y último gol contra el Espanyol.

El charrúa acudió sonriendo y corriendo para abrazar a Dembélé, con el objetivo de que el galo se sienta integrado cuanto antes, y sabedor de que más de la mitad del gol había sido del francés por dejarle completamente solo ante el portero, Pau López.

Dembélé llega pisando fuerte al Barça

Neymar Jr ya no está, pero Dembélé ha llegado con ganas y poco a poco van disipándose las crecientes dudas que existían en lo relativo al potencial de este FC Barcelona 2017-18. Los de Valverde encadenan tres victorias consecutivas en las tres primeras jornadas, algo que coincide con el declive de un Real Madrid que ha empatado los dos últimos duelos.

Y lo mejor de todo es que da la sensación de que lo mejor está por venir para el Barça. Cuando Semedo, Paulinho, Dembélé, Deulofeu y el resto de jugadores se adapten al cien por cien a las directrices de Valverde, el FC Barcelona puede convertirse de nuevo en una maquinaria ganadora como lo fue el de las campañas anteriores. Y Dembélé será uno de los estiletes.