La prometedora pretemporada del Barça acabó hace dos días de la peor manera, con un batacazo en casa frente al Real Madrid. Sin apenas tiempo de reacción, el vestuario azulgrana debe levantarse y afrontar la vuelta de la Supercopa, con el objetivo de recuperar sensaciones e intentar una remontada que selle otra noche épica antes de empezar el curso.

Ernesto Valverde ha tenido unas pocas horas para analizar cuáles fueron los errores de su equipo en el Camp Nou, pero esta vez debe aplicar soluciones desde el mismo inicio del partido. Aunque no se prevé una revolución en el once, sí podrían verse algunos cambios de cara a afrontar un encuentro de la exigencia del del Santiago Bernabéu.

Una de las principales batallas que perdió el Barça fue la del físico, y es que los madridistas aguantaron mucho mejor el ritmo hasta los compases finales del encuentro, en los que dominaron en varias fases y tuvieron la frescura necesaria para sentenciar a la contra. De cara a evitar esta diferencia, el Txingurri podría optar por sacrificar a Iniesta para dar entrada a Sergi Roberto, y comprobar el estado de un Rakitic que anduvo demasiado pesado en el duelo de la Ciudad Condal. Además, Denis podría recoger el testigo de Deulofeu en el ataque, y en una defensa que funcionó con mas o menos solvencia el único 'amenazado' seria Aleix Vidal.

El objetivo no será otro que recuperar las señas de identidad de un conjunto que mostró su peor versión del verano en el peor momento posible. Los azulgranas exhibieron por momentos una alarmante falta de ideas, y fueron un equipo partido y con demasiadas imprecisiones. La intensa carga de entrenamientos es un hándicap a estas alturas del curso, pero la plantilla debe hacer autocrítica y prepararse para un enfrentamiento muy serio en el que dar un golpe sobre la mesa o recuperar los pensamientos positivos de cara al inicio de LaLiga.

Sin fichajes

Sí hay una cosa que ya saben en el vestuario es que la misión de remontar frente al Real Madrid se hará sin ayudas externas, sin contar con más piezas que las que ya tiene Ernesto Valverde a su disposición. Aunque Paulinho ya es oficialmente una de las caras nuevas del verano, su llegada no se producirá hasta después del partido, así como la de otros posibles objetivos que ronda el Barça en este final de mercado.

A día de hoy no hay más soluciones que las que el equipo ya puede ofrecer, pero ha demostrado que está más que preparado para dar el golpe en un Santiago Bernabéu que se ha dado bien en los últimos años. Hay una nueva oportunidad, y esta no se puede desaprovechar.