El año 2017 se cerrará con un Clásico en el Santiago Bernabéu, pero antes de volver a medirse con el Real Madrid, el FC Barcelona debe superar varios desafíos de máxima exigencia. El primero de ellos llegará en el estreno del mes de noviembre, con la visita de un peligroso Sevilla al Camp Nou. Los hombres de Ernesto Valverde no quieren confianzas pese a manejar la clasificación desde un puesto privilegiado, y para ello deberán demostrar sobre el césped lo que parece una superioridad sobre el papel.

Entre la plaga de lesiones que azota al vestuario azulgrana se ha colado una luz en la convocatoria, una de las que suele ser decisivas y en las que el técnico ha confiado sin dudar. Andrés Iniesta ha respondido a las previsiones optimistas de los servicios médicos y finalmente estará disponible para el Txingurri, que podría darle minutos desde el inicio -como ha hecho hasta el momento- u optar por darle entrada desde el banquillo.

Con un rival que pretende dominar el esférico, el buen hacer de los centrocampistas se prevé clave, además continuar con una seriedad defensiva que será diferencial si se mantiene en partidos grandes. Además, y aunque parezca demasiado habitual, el conjunto catalán confiará en el liderazgo de Leo Messi, que tiene mucho a decir contra los andaluces. En las 30 ocasiones que se han cruzado, el argentino ha dejado 29 goles, 13 asistencias y la sensación de que los enfrentamientos se deciden cuando él quiere. Esta temporada llega lanzado... Y eso significa peligro.

Superioridad estadística

Aunque su última victoria en la Champions ha servido como un importante refuerzo moral, el Sevilla aterriza en la Ciudad Condal con algunas dudas sobre su rendimiento, en especial cada vez que juega lejos de su afición. Empezó el curso ganando en Getafe y Girona, pero se hundió frente a Atlético, Athletic, Spartak y Valencia. Tomó aire frente al Cartagena en su última salida, pero deberá mejorar mucho sus prestaciones si quiere volver a casa con algún punto.

Y si difícil lo tiene fuera de casa, más aún es cuando el estadio en el que juega se tiñe de azulgrana, ya que en sus últimas visitas al Camp Nou ha caído sin remedio. Ha dado la cara en los torneos coperos, pero para buscar sus últimos puntos en LaLiga hay que retroceder hasta la campaña 2011-12, con un empate, a la 2003-04, con otra igualada, y a la 2002-03, con su último triunfo. Cuando pite el árbitro no habrá lugar para las estadísticas, pero, desde luego, la de los rojiblancos es una losa importante.

El Barça tiene ante sí una prueba de nivel ante uno de los equipos más complicados de la competición, y no puede despistarse si quiere demostrar que está preparado para volver a ganar. Derribar al Sevilla sería una buena prueba de que el equipo que dirige Ernesto Valverde va en serio, y de momento sus hombres apenas han fallado en lo que va de temporada. Que no sea esta la primera vez.

Ficha técnica del partido: FC Barcelona-Sevilla