El FC Barcelona se exhibió, divirtió y maravilló durante la goleada endosada al Sevilla en la final de la Copa del Rey 2017-18. Los de Ernesto Valverde fueron una apisonadora desde el principio hasta el final del encuentro, consiguiendo una goleada descomunal que sirvió para hacer historia en el torneo del KO español, debido a la amplitud con la que se dio.
Y es que el 0-5 es la mayor goleada de la historia de las finales de la Copa del Rey. Con la 'manita' al Sevilla, el Barcelona igualó este sábado el 5-0 que protagonizó el Athletic de Bilbao contra el RCD Espanyol en la final de Copa de 1915, igualando de esta manera el Barça el mayor registro de diferencia de goles en una final de Copa nada menos que 103 años después.
El Barça hizo historia ante el Sevilla
En 1915, la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) organizaba el torneo en formato de semifinal y final, y los participantes eran los campeones de Catalunya, Regional Centro, Galicia y Norte. En aquel partido, el Athletic se impuso al Espanyol gracias a un 'hat-trick' de Pichichi y a dos goles más de Félix Zubizarreta y Echebarría, que culminaron la goleada.
Pues bien, este sábado el Barcelona fue capaz de repetir esta gesta, gracias a las dianas de Luis Suárez (2), Leo Messi, Andrés Iniesta y Philippe Coutinho, de penalti. Cabe recordar, eso sí, que el Sevilla protagonizó en 1939 una gran goleada ante el Racing de Ferrol (6-2) y el Real Madrid ostentaba el récord en la era moderna, ya con la denominación actual de Copa del Rey, en una final jugada ante su filial, el Castilla (6-1).
El Barça, a 90 minutos del 'doblete'
El FC Barcelona, en cualquier caso, ha conseguido igualar al Athletic de Bilbao logrando la mayor goleada de las finales sin encajar ni un sólo gol en contra, en una gesta que demuestra la gran competitividad y motivación de los culés, que salieron a por todas desde el minuto uno para asegurar el título de Copa del Rey e impedir una posible sorpresa.
A partir de ahora, al FC Barcelona ya sólo le queda centrarse en ganar el próximo partido de LaLiga Santander contra el Deportivo de la Coruña, en Riazor, para de esta manera certificar de manera matemática el título doméstico de la regularidad y el consecuente 'doblete' nacional.