Sin lugar a dudas, la anécdota más cómica del comienzo del FC Barcelona-Juventus de Turín la protagonizó, como no, Daniel Alves. El carrilero brasileño que volvía a la que siempre será su casa comenzó el encuentro saliendo como titular en el equipo de Max Allegri pero, sin embargo, no lo hizo sobre el terreno de juego.

El Barça lanzó un ataque en jugada ensayada desde el comienzo y "pilló" al lateral fuera del terreno de juego, teniendo que hacer un esprint para poder llegar a cubrir el flanco izquierdo. Y es que Dani se quedó saludando a varios de sus excompañeros en el banquillo rival, lo que se le fue de las manos.

Excompañeros y también miembros del staff técnico de la entidad azulgrana. Por ejemplo, incluso se le pudo ver bailar con el entrenador de porteros del Barça, Ramón de La Fuente. 

Dani Alves, con una Juve que no quiso verse sorprendida

Y entre baile y broma, a Alves se le escapó que tenía que jugar un partido de fútbol. El colegiado holandés ya había señalado el comienzo del duelo y tuvo que concentrarse para tratar de evitar que los blaugranas remontasen la ventaja de tres goles con la que llegaban los suyos a Catalunya.