El último encuentro entre FC Barcelona y Real Madrid fue un Clásico algo menos tenso, que no menos intenso. No hubo tantas polémicas como en otras ocasiones y reinó la cordialidad entre uno y otro equipo, y también entre las aficiones. El Santiago Bernabéu se comportó como debía y no atizó a los rivales, sino que defendió a algunos y criticó a sus propios jugadores.

Porque uno de los grandes contrastes del enfrentamiento se produjo en dos sustituciones, curiosamente la primera elegida por los técnicos. El primer cambio del duelo lo realizó Zinedine Zidane, reaccionando a la expulsión de Dani Carvajal con la entrada de Nacho por Karim Benzema. Le tocó escuchar 'música de viento' al francés, acusado por sus aficionados por su bajo rendimiento y una actitud que recuerda a alguno de sus adversarios.

Sin embargo, todo cambió cuando le tocó actuar a Ernesto Valverde. Con 0-2 y a pocos minutos del final, el Txingurri decidió que era tiempo de dar descanso a Andrés Iniesta, y el respetable entendió que las circunstancias no eran las mismas. El manchego se marchó entre aplasos, algo a lo que empieza a acostumbrarse pero que nunca deja de agradecer

Sello Barça

A pesar de que no fue tan decisivo como en otras ocasiones, Andrés Iniesta fue este sábado una de las referencias del Barça. Dio el gran susto del primer tiempo tras una entrada de Dani Carvajal, y llevó de cabeza a un Luca Modric al que arrastró varios metros a su espalda mientras escondía el balón con maestría. En el Clásico se quedó en algunas chispas, pero su magia sigue muy viva.